Desajuste de cuentas

A diferentes tiempos… en diferentes barcos… no entender, no ver… no saber ni descubrir sino ser despertado, avisado… creer ver con el halo celeste de los iluminados, disculparse con la invalidez de las fórmulas de lo marcado… ni suficiencia ni aceptación ni indulto... incomprensión del ser agitado, removido y confuso… niño acusado frente a la conciencia lleno de ininteligibilidad y miedo… enfadarse, gritar, golpear... paredes de una cárcel, barrotes de caucho… calmarse, intentar entender, escuchar, conmover, sentir, saber, aceptar… lo que hizo, lo que pasó, lo que no percibió… algo perdido o nunca ganado, un momento bueno que entonces fue y que después no, simplemente no… no por mor de dos percepciones diferentes acerca de lo mismo ni a causa de la dualidad inmanente en todo lo que existe, metafísicas de la cobardía, ni aún menos debido a un juicio de valor sobre un acusado culpado y no culpable ni a una dictadura de la ortodoxia y el dogma, victimismo expiatorio, sino por un acuerdo y un incumplimiento, un pacto consentido escrito a cuatro manos y un muñeco sin sentido proscrito a este texto, pulga que había olvidado que las palabras tenían un peso y que ese peso había que cargarlo…

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