Almacenes abandonados

Hay veces que no resulta, que el negocio sale francamente mal… Ahora sólo hay dos tiendas de zapatos, una para adultos y otra para niños… Espectacularmente desolador subir por la rampa que anuncia un mundo de luces y encontrarse con una pared falsa que obliga a dar media vuelta a través de un angosto pasillo que conduce a la sección infantil de calzado… Detrás del muro plástico sólo existe un gran silencio gris, plantas de cemento con escaparates inertes tapados por cuadrados enormes de papel marrón… un muñeco impreso en una de las vidrieras, medio despegado, guiña un ojo y sonríe, ¿a quién?... Produce una sensación extraña, mezcolanza de una esperanzadora derrota de los gigantes capitalistas y de un vacío enorme, una carencia de sentido, un caos que no hace más que empezar… No muy lejos, un pequeño y claustrofóbico bar con los cristales sucios continúa sirviendo cafés desde 1956… Su café aún sigue siendo terrible, desde 1956…


1 comentario

hatsue-san dijo...

Sí, era bastante espantoso, y lo más curioso es que pasaba a sólo un cristal de una de las zonas con más movimiento de sabadell...
la soledad acecha en cualquier parte...