El camino a Europa

Un hombre mayor se acerca al mostrador pequeño junto a la sección de gastronomía.

–Hola. Busco el libro... el libro La Europa que deseo.

«Mi sentido arácnido me avisa de que conozco ese libro y de que el título está mal» piensa el librero.

–Ahora se lo busco. A ver... no me aparece. ¿Sabe quién es el autor?
–¡Niña! –grita el hombre de repente a una mujer más joven que está ojeando los libros del podio de novedades– ¿Cómo se llamaba el libro?
La Europa que quiero –responde ella calmadamente con suficiencia.

«Mi sentido arácnido me informa de que ese título es tan erróneo como el anterior».

–A ver... –dice el librero mientras comienza a teclear. Antes de pueda completar la búsqueda el hombre añade:
–Es de Felipe González.

–¡Ah! –se le escapa al librero, que cae en la cuenta. Se dirige a la sección de política, coge el libro de la estantería y se lo entrega.
Mi idea de Europa de Felipe González –lee el hombre.

La mujer, a su lado, dice:

–No íbamos tan mal encaminados, ¿no?

El librero sonríe. «Tan bien encaminados como Colón hacia la India».

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