American Psycho


American Psycho es una ida de olla impresionante... y la he disfrutado, sobre todo, gracias a Chistian Bale. Los caretos que pone son geniales. Patrick Bateman es un hombre completamente obsesionado con "encajar" en un modelo social idealmente perfecto, pero al quien se le ve, clara y constantemente, incómodo dentro de él, angustiado.

Las parrafadas de manual, las descripciones literarias de Bret Easton Ellis (autor cuyo nombre soy incapaz de decir nunca bien) me enamoran, producen un desasosiego y una sensación de incomunicación enormes. La cháchara es más enfermiza que las escenas propiamente gore. Cada vez que Patrick Bateman habla dan ganas de vomitar.

Hay también grandes dosis de sátira y de un humor muy negro. El protagonista es un ser jodido pero también tremendamente ridículo. Es un niñato imitando roles de modo enfermizo. A la película, tal vez, le falta algo de ritmo. Hacia el final me aburría porque venía a repetirse lo mismo, sólo que escalando hacia su paroxismo y colapso.

Me llamó la atención que muchas escenas y planos de Patrick Bateman en su apartamento me recordaron a Shame, muy bien interpretada también por Michael Fassbender y diez años posterior a American Psycho. Shame, sin embargo, trata el mismo problema pero de manera más dramática y carente de humor, y sustituyendo los intestinos por el sexo. Si tuviera que elegir sólo una, no lo haría.

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