El adversario de Emmanuel Carrère


Cuando compré 14 de Echenoz, pedí consejo a mi librero favorito de La Llar del Llibre, también encargado de escribir las reseñas de la web de la tienda. Si les echáis un vistazo, podréis ver cómo despotrica, al igual que yo, contra La verdad sobre el caso Harry Quebert.

En el otro lado de la balanza, se encuentra la última novela de Carrère, Limónov. La considera "extraordinaria" y yo le creo. No obstante, ando algo cobarde y últimamente me asomo poco a novelas de más de doscientas páginas (tal vez a la espera de atreverme con El hombre sin atributos de Musil).

Cogí El adversario, su primera novela traducida por Anagrama. La novela de 172 páginas trata sobre el caso real del asesino Jean-Claude Romand. Aunque el lector no lo conozca, sabe, como en Crónica de una muerte anunciada, lo que sucede desde la primera página.

Como en la novela del genio colombiano, lo importante aquí no es el qué o el quién sino el cómo y el por qué. El principio es verdaderamente impactante. Lo transcribo a continuación:
La mañana del sábado 9 de enero de 1993, mientras Jean-Claude Romand mataba a su mujer y a sus hijos, yo asistía con los míos a una reunión de pedagogía en la escuela de Gabriel, nuestro hijo primogénito. Gabriel tenía cinco años, la edad de Antoine Romand. Luego fuimos a comer con mis padres, y Romand a casa de los suyos, a los que mató después de la comida. Pasé solo en mi estudio la tarde del sábado y el domingo, normalmente dedicados a la vida común, porque estaba terminando un libro en el que trabajaba desde hacía un año: la biografía del novelista de ciencia ficción Philip K. Dick. El último capítulo contaba los días que había pasado antes de morir. Terminé el martes por la tarde y el miércoles por la mañana leí el primer artículo de Libération dedicado al asunto Romand.
Debo decir que tras este mazazo al lector, el principio se me hizo un poco aburrido. La novela utiliza un estilo contenido, casi de crónica periodística, que agrava la sensación de malestar. El progreso hasta la culminación del crimen va ganando en intensidad como la espera previa a la detonación de una bomba.

El lector quiere gritar pero nadie grita. El horror se abre paso a medida que el momento de la deleznable y vil matanza se aproxima sin remedio, un acto escalofriante empeorado por la personalidad abúlica del asesino. Con este crescendo de maldad miserable, Carrère consiguió conmocionarme sin imágenes, sólo con palabras.

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P.D.: Durante la lectura, no dejaba de venirme a la mente una película protagonizada por Coronado. Cuando finalicé, la busqué. Es La vida de nadie y está inspirada en este mismo caso. Su protagonista se llama Emilio Barrero, creo que una referencia no demasiado velada a Emmanuel Carrère.

2 comentarios

Christine dijo...

Muy bien descrita la sensación que se tiene al leer "El adversario". Me había olvidado de ese principio tan impactante ! Es una buena novela. Por cierto, Carrère estará próximamente en el Instituto Francés hablando de su última novela.

aningunsitioperoquesealejos dijo...

Gracias, Christine. He estado buscando y he encontrado una noticia del Institut Français que anuncia un encuentro con el escritor el 25 de febrero a las 19:30. El problema es que no ponen el año y no sé si fue este febrero pasado o será en 2014. XD

Si lo supieras, házmelo saber. :)

http://www.institutfrancais.es/barcelona/ciclo-literatura-y-realidad/encuentro-auteur-ciclo-literatura-real-limonov-emmanuel-carrre