¡Sonríe!


Me encanta este graffiti. No sé si la intención del autor era buenrollista para que el lunes de camino al trabajo alguien sonriera lleno de ilusión. A mí me ha parecido un dibujo de un cinismo tan cruel (por los momentos que vivimos) como tronchante. El color rojo y el optimismo arrollador del mensaje se hacen trizas contra el antismiley depresivo y deprimente que los acompaña. Un tortazo de realidad, pura crítica entre el mensaje oficial y la realidad depauperada.

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