Agosto (August: Osage County)


Pensaba utilizar esta película para defender la necesidad de más papeles femeninos que no necesiten bótox ni escote, reverenciar las arrugas de Julia Roberts y lo muy zorra que puede llegar a ser Meryl Streep, pero nos encontramos con un tour de force interpretativo que devora todo lo demás.

Me vengo a referir que, sí, grandes actuaciones, grandes nombres del séptimo arte, ¿pero acaso bastan los mejores jugadores para hacer el mejor partido? ¿No se necesitarán también una táctica, una cancha en condiciones, ritmo en el juego?

Tras la desaparición de su padre, las hermanas Weston (Barbara, Karen e Ivy) se reúnen con su madre Violet en su casa de Oklahoma. Este encuentro desencadenará una serie de acontecimientos que liberará los demonios que las atormentan.

Agosto está claramente basada en una obra de teatro. Ahí están el tempo lento, las escenas en espacios cerrados, los parlamentos literarios. Es una historia saturada de una tensión asfixiante digna de cualquier cuento de Alice Munro. ¿Pero hacia adónde avanza?

Claramente, hacia la tragedia. Los silencios incómodos seguidos de gritos, seguidos de secretos, seguidos de revelaciones que salen a la superficie como la boca de un ahogado en busca de aire. Es una escala de Richter cada vez más próxima, no del Cielo, sino del seísmo que parta el planeta en dos.

Veo una obra desarrollada a partir de citas de T.S. Eliot que resulta ser intelectual hasta el artificio, un truco que en el papel o en el escenario puede hacer surgir la magia pero que en el celuloide, o en el modo en que ha sido presentado, ha perdido la chistera.

Si en un taquillazo de acción encontramos patadas y metralletas de balas infinitas por el mero placer de ver cosas explotar y sangrar, aquí tenemos un dramón para yonkis emocionales. Si te gusta Anatomía de Grey, aquí la tienes en verso.

Tampoco es mi intención que Agosto quede como una mala película, o que por la comparación anterior  parezca la versión lacrimógena de Los mercenarios. Me he aburrido y la trama me ha dado bastante igual, pero es que esta historia no era para mí.

P.D.: Me ha molestado tremendamente que se mencione cada dos por tres la temperatura, unos insoportable 30-40 grados de calor, y que nadie sude. Ni un rodal bajo las axilas. ¿Qué pasa? ¿Se guardan tanto las cosas que hasta transpiran hacia dentro?

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