Las películas de Hatsue: The Neon Demon


Drive me voló la cabeza. Nicolas Winding Refn consiguió sublimar la estética en esta película de acción con momentos de tensa calma y adrenalínica violencia. En Only God forgives quiso llevar su concepción estética mucho más allá en detrimento de la acción e, incluso, del movimiento, dando a luz a un ser casi estático, moroso y, en mi caso, soporífero.

Viendo la progresión del director, me negué a ver The Neon Demon. No necesitaba más blísters de Dormidina. Por suerte, Hatsue, que tiene capacidad más allá de los límites humanos de soportar cine asiático, y que llegó a mantener los ojos abiertos con Saraband de Bergman mientras yo me dejaba caer por el precipicio liberador de Morfeo, fue a verla y pudo darme su opinión.

The Neon Demon no da marcha atrás en la propuesta estética del director danés, pero se hace menos dura de ver que Only God forgives. Hay una historia que no es una mera anécdota para crear la película. Jesse, una joven aspirante a modelo, ve cómo se le abren las puertas de la fama tras convertirse en la musa de uno de los más reputados magnates de la moda. Esto la situará en el mismo centro de una espiral de envidia en la que sufrirá el desprecio de sus compañeras de profesión.

Refn consigue aunar así el qué con el cómo. Si en Only God forgives tal vez a muchos les descuadraba el tiempo congelado de lo que se esperaba que fuera una "peli de chinos" tailandesa, la trama de esta nueva película se centra en una de las cúspides del superficialidad estética de nuestra sociedad.

The Neon Demon exige una visión obsesionada hasta lo indecible con lo formal. Y, pese a ello, no se siente vacía como la anterior. Queda un mensaje claro, obsesivo, nauseabundo, indeleble, del mismo modo que la violencia de Drive, pese a su atractivo incontestable, nos dejaba desarmados y desamparados, invitándonos a reflexionar.

¿Hacia dónde nos dirigimos? ¿A qué barco nos hemos subido? ¿Es posible bajar de él? ¿Saltar por la borda es sinónimo de libertad o suicidio? ¿Acaso la salvación se encuentre en la sala de máquinas? ¿O en la sala de mando? ¿Hay alguien al timón? The Neon Demon no es tan accesible como Drive pero, desde luego, es mucho más agradecida de ver que Only God forgives.

2 comentarios

el convincente gon dijo...

A mí me recordó un poco a Showgirls pero con estética cool.

aningunsitioperoquesealejos dijo...

¿Y eso es malo o bueno? No he visto ninguna de las dos. XD