X-Statix, cuando el capitalismo se enfunda las mallas


Panini me ha dado una alegría a medias reeditando la divertidísima serie de X-Statix. A diferencia de otros grupos de héroes guiados por valores como el honor o la justicia, los X-Statix quieren fama y dinero, y eligen sus misiones en función del rédito y el crédito que puedan reportarles.

Su origen está en la cancelación de la serie X-Force (Fuerza X en español). En 2001, el editor en jefe de Marvel, Joe Quesada, decidió modernizar muchas de las series de la compañía para atraer público nuevo, y le encargó el relanzamiento de ésta a Peter Milligan (Enigma, Tank Girl) y a Mike Allred (Madman).

El guión de Milligan hace tabula rasa y rehace el equipo en una matanza poco usual en el género de capas y mallas. Se trata de una escabechina que no termina en el renacimiento del grupo. A medida que avanza la historia, la parca irá apropiándose de la vida de muchos de los nuevos miembros.

Esta vuelta de tuerca materialista y corrosiva al género de los superhéroes tuvo una gran aceptación, pero hubo quien no se sintió cómodo con esta reinterpretación de Fuerza X. La decisión posterior fue rebautizar al grupo como X-statix.

El nuevo nombre es, desde luego, hilarante. Si los famosos nombres de grupos mutantes resultan dinámicos y llenos de energía, aquí nos vamos al polo opuesto, pues son statics, estáticos. Los componentes de esta tropa de famosetes con mallas no son menos irónicos.

El poder de Míster Sensible, el líder, es la hipersensibilidad. El Anarquista, con un nombre bastante fuera de lugar para la esencia del grupo, domina el sudor, mientras que Phat controla su grasa corporal. El Guapo, tal cual, no es más que un skater molón con una tabla voladora.

El cinismo de Milligan se hace más sangrante con el estilo pop de Allred, que ilustra a la perfección el mundo superficial y capitalista que envuelve a estos niños de papá, fingidores amantes de la diosa Justicia, pero amantes del embelesadora opulencia de Pluto.

Al igual que hacía Bruguera con los Super Humor, que en una misma tirada metía a Mortadelo, Las hermanas Gilda o Rompetechos, en Panini han tirado por el mismo camino. Si queremos seguir la andadura del grupo en la colección Extra Superhéroes (ojo a la originalidad), deberemos comprar:

  • Número 36. Fuerza X Integral (328 páginas, 16,50€)
  • Número 47. X-Statix 1. Buenos presagios (296 páginas, 15€)
  • Número 66. X-Statix 2. De entre los muertos (296 páginas, 15€)
  • Número 70. X-Statix 3. Contra Los Vengadores (296 páginas, 15€)

La calidad de los volúmenes es pésima. No sé si lo hicieron para abaratar costes y sacarla al precio más económico (léase "rentable") posible, pero qué horror. Las tapas se despegan y el papel apesta. Y en el último tomo, la impresión de la mini serie de la Chica Muerta ha quedado borrosa.

Mi alegría, por lo tanto, como dije al principio, es agridulce: dulce porque he podido leer las aventuras de unos héroes cuyo final conocía (lo leí hace años) pero cuyo principio se me había escapado, y agria porque he tenido que disfrutar de una gran obra una edición penosa.

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