El título de Los esclavos olvidados de Tromelin y la cubierta del álbum son lo suficiente descriptivos para imaginarnos la historia. Tampoco lo es menos la contracubierta, que explica el final, y que desde mi punto de vista es mejor evitar si se quiere leer con cierto afán narrativo.
En 1761, una nave de la Compañía Francesa de las Indias llena de esclavos naufragó en las costas de un islote remoto. Este cómic nos explica la vida de los supervivientes en ese diminuta extensión de tierra en mitad del océano Índico de acuerdo a los datos arqueológicos encontrados durante diversas excavaciones llevadas a cabo durante 2006, 2008 y 2010 dirigidas por Max Guérout.
Savoia, el autor de este álbum, viajó con la expedición de 2008, y narra en paralelo con el relato de los náufragos su vivencia en la aislado terruño de Tromelin. Aunque el relato histórico me ha fascinado, por cómo está dibujado y por la dureza de las condiciones de vida que tuvieron que afrontar los esclavos, el diario personal del autor me ha repateado.
Si bien muestra cómo es una expedición, la narración es aburridísima y no consigue transmitir la fascinación de los descubrimientos. Resalta demasiado su punto de vista personal, un ejercicio de onanismo que no interesa en absoluto. Maravilla cómo tuvieron que adaptarse aquella gente en el s.XVIII, tanto su forma de construir como sus creencias, para poder salir adelante.
Los esclavos olvidados de Tromelin es un trabajo bien dibujado por Savoia y un documento muy interesante acerca de la condición humana. La edición de Ponent Mon es excelente y da gusto tenerla en mano. Desgraciadamente, el diario de viaje sentimental desluce lo que podría haber sido una narración mucho más emocionante.
No hay comentarios
Publicar un comentario