La película, en el apartado de fotografía, es espectacular. Me ha encantando cómo juega con pinturas de la época y las convierte en fotogramas. En lo demás, falla.
Es una peli de aventuras poco o nada aventurera, lenta y larga. En esta adaptación han querido meter demasiadas cosas, todas explicadas con pinceladas que me costaba seguir. Más valía haberse centrado en un único relato e invertir todo el presupuesto en él.
La voz del protagonista es insoportable. No entiendo a qué viene tanto susurro. No sé si el capitán Alatriste le habían practicado una traqueotomía o qué.
Finalmente, esta exaltación española absurda, esa dignidad del Imperio perdido, esa valentía de casta rancia. Lo más español que se ve en la película, y español de verdad, es que tienes a todos los mercenarios combatiendo bajo el estandarte del gran Rey sin cobrar un duro, a dos velas. España 100%.
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