El guión no es que sea una mierda pero no hay originalidad ninguna. Es la obra de un occidental empapado de cultura otaku que ha soñado toda la vida con dibujar manga. Las bromas niponas filtradas por el tamiz galo tienen la gracia de una comedia francesa. Incluso cae en el error actual de ser en blanco y negro cuando el coloreado del autor es digno de la escuela franca.
¿Hay algo bueno? Sí. La historia no será original pero se hace entretenida, además de estar repleta de guiños frikis a series muy conocidas. Además, el tebeo ha sido imprimido utilizando buen papel. Lo mejor para mí, sin embargo, es el dibujo de Florent Maudoux, que tiene pinta de no hacer otra cosa que mejorar en los próximos números (de momento, existen cuatro en español).
No hay comentarios
Publicar un comentario