Saga de Rambo [SPOILER]


Los primeros 50 minutos de Acorralado me encantaron. Me gusta la presentación del personaje y su actitud desilusionada, ausente, su no me importa una mierda nada. Stallone es un mal actor, su rostro es inexpresivo, pero justamente su gesto de apamplao es lo que me parece ideal para este veterano de guerra trastornado (o para un perdedor dedicado al boxeo).

Me parece genial la primera persecución hasta que al final consigue esconderse en la montaña. Luego, es una burrada porque se dan situaciones inverosímiles y absurdas, como la decisión cafre de los policías de volar la puerta de la mina o la decisión de volver a por el sheriff.

El parlamento final de Rambo vuelve a engancharme. Es el tipo de discursos que ahora difícilmente creo que pueda ver en el cine, mucho con ese desgarro y esa sinceridad. Es una batalla nacida de la miseria que puede sentir un hombre corriente al que le han jodido la vida. He visto, además, el final alternativo, donde el protagonista se suicida, como en la novela original. Me han dado ganas de leer el libro, la verdad.

Es una pena que, con lo mucho que me gusta el personaje en la primera película (su comportamiento trastornado y lleno de desencanto, la crítica antibelicista que representa), lo transformaran en lo que le hizo famoso: un arma de matar, el soldado total. Sinceramente, tanto la segunda como la tercera entrega las he visto de refilón. Me aburrían. No soporto las escenas de tipos en solitario combatiendo de frente y a pecho descubierto con un ejército entero y salvando el pellejo. No me lo trago.

La cuarta y última entrega es más verosímil en este sentido. Sin dejar de tener escenas espectaculares y ser mucho más gore que cualquiera de las anteriores, Rambo no vence solo ni lo hace sin una gran ventaja, es decir, una ametralladora del copón. El guión es tan necesario como en una peli porno. Lo peor de todo es que su cara está peor que en la sexta de Rocky. Parece que le haya pasado un camión por encima.

Y es que en el personaje de Rocky se puede entender esa cara deforme y ese cuerpo abotargado; a fin de cuentas, es un boxeador retirado, mayor, al que le han dado mamporros en la jeta hasta aburrirse. Sin embargo, Rambo se caracteriza por su cuerpo cincelado, escultural, puro nervio; y aquí nos encontramos con un yayo que utiliza extensiones en el pelo y que tiene que ir con camiseta para no dar el cante.

Tal vez no hubiera sido mala idea que se hubiera volado la tapa de los sesos en la primera película...

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