Dibujos invisibles de Gervasio Troche


Al igual que a Tute, conocí a Troche (sin Moche) a través de la página de El Estafador. Ambos son humoristas gráficos y han nacido en Argentina, aunque Troche reside actualmente en Uruguay.

El suyo es de un humor suave y poético, nada estridente, con más sonrisas que carcajadas, que gira en torno a elementos comunes que se repiten en los distintos cuadros: el cielo, las estrellas, la luz, los árboles y sus hojas, los edificios y sus ventanas, la lluvia, las sombras, la noche, la música.

¿Suena ñoño? A mí Liniers llegó a cansarme por abusar de un sentimentalismo fácil. Su diario conejil lleno de nadas cotidianas también ayudó. Y me apena decirlo porque recuerdo lo mucho que me entusiasmaron sus primeros Macanudos.

Troche es introspectivo pero no autocontemplativo. Las dosis, hasta el momento, han sido con cuentagotas, primero a través de su Facebook y ahora con este libro de 160 páginas. Dibujos invisibles fue el primero que le publicaron. Ahora ha sacado un segundo libro en Uruguay titulado Equipaje. Ambas ediciones son en tamaño libro, muy bonitas. El papel utilizado resulta muy agradable al tacto.

Troche es minimalista no sólo en sus ilustraciones sino también con sus herramientas: utiliza sólo un pincel, tinta china y agua. Se puede apreciar en las imperfecciones, nada de ordenador. A mí me relaja y me alegra. Me parece un regalo ideal. Mi cumpleaños es en junio.

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