La chispa de la vida


La película tiene una historia muy buena que, desgraciadamente, ha sido llevada a cabo por Álex de la Iglesia. Su estilo esperpéntico me descuadra.

Puede que José Mota como actor novel no lo haga mal del todo, pero no llega ni de lejos al nivel que requiere el papel. Salma Hayek me gustó, pero su actitud queda desubicada en este panorama estrambótico, del mismo modo que el talento de actores como Blanca Portillo o Fernando Tejero resulta malogrado.

El relato sobre el circo mediático y el valor insignificante al que hemos reducido nuestras vidas bajo la tutela del dinero, eje central de la película, consigue repugnar al espectador. El problema, sin embargo, son todos esos detalles morcillescos que le pirran a De la Iglesia, y que hacen que todo se vaya a la mierda.

No hay comentarios