Carrer Jovara 162, Calella |
La entrada con luces de neón es lo peor y, al principio, uno dudará entre entrar o no, pues no parece un restaurante. Me explico. En la entrada está la cocina y, al fondo, las mesas, apenas visibles. Se puede pensar que sólo es un local para comprar pollo a l'ast. Uno se plantea si no habrá sido un error por parte del dueño decidir algo así. Luego, sin embargo, te enamoras.
Entras en el local cruzando un pasillo con cocineros a lado y lado, preparando deliciosas piezas de carnes sobre las brasas. Se te hace la boca agua. Un camarero te acompaña a la mesa. Las raciones son inmensas y exquisitas. Yo me tomé una brocheta grande como mi brazo del codo hasta la punta de los dedos con unos trozos de carne enormes, acompañado de patatas fritas y ensalada.
A pesar de que el local es grande, los camareros son auténticos profesionales. Nos atendieron divinamente: aconsejando, sirviendo en el momento justo, dejándonos charlar sin meternos prisa,... Me preocupé por estar en un rincón algo escondido, pero los camareros estaban atentos y no hacía falta más que levantar el brazo y ya venían hacia la mesa.
No llegamos a 20€ por cabeza, con un primero de rovellones para los dos, brocheta, lomo (filetes gigantes y jugosos), torradas con tomate, un agua, dos claras, una crema catalana y una copa de fresas del Maresme con helado de vainilla y zumo de naranja (brutal). Tuvimos que desistir en acabárnoslo todo y nos fuimos muy satisfechos. 150% recomendado.
Más información:
- Teléfono: 93 769 10 37
- Página web: http://www.lescaves.es/
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