El verdadero paraíso no esta en el cielo, sino sobre el corazón de la mujer amada.
Tetófilo Gautier
Tetófilo Gautier
Me atrajo este cómic por cómo aborda la delicada cuestión geopolítica en Oriente Medio, no por la tetas. Los melones me dan igual. Ni me había percatado que hablara de pechos. Que toca de refilón, vaya, apenas el pezón, apenas la areola (casi aureola de Santo). Nunca he sopesado un par de senos imaginarios entre mis dos manos vacías como si suplicara lluvia al cielo o a Dios. Jamás.
Los amantes del conflicto en Oriente Medio pueden objetarle al autor la falta de claridad en la exposición del tema. Divaga en exceso, no se centra. Más que un buen ensayo, presenta dos montañas turgentes de notas dispersas apenas conectadas por un leitmotif que, si bien resulta atractivo, acaba tornándose obsesivo.
Podrá tener poderosos argumentos, todo lo sugerentes que quiera, pero lo cierto es que su discurso sobre el conflicto en Oriente Medio es nefasto. Qué digo nefasto, invisible. Sólo lucubraciones sobre pechos lúbricos, redondeados, pesados, sin ningún rumbo más que aquel que marquen los misiles terribles de dos naciones enfrentadas. ¿Y cuál escoger? Si es coger una y querer abrazar las dos. ¡Ay, la geopolítica!
Los que, sin duda, quedarán satisfechos son los defensores del buen busto, de la erótica generosidad. Nos desnuda en toda nuestra debilidad y ridiculez. Este primer diario de Guillaume Bianco (Billy Brouillard) acierta en todo lo que dice pero crea un trabajo mal hilvanado, un compendio de anécdotas que, por estar juntas, no conforman un buen libro.
PD: Aunque por su pequeño formato se pudiera o pudiese pensar en la posibilidad de leerlo con una sola mano, es harto complicado hacerlo. Lo más probable es que se escurra entre los dedos y caiga sobre el meñique del pie. Explicar la causa de la cojera a los amigos puede resultar incómodo y complicado.
2 comentarios
Estoy confuso. No acabo de entender cuánto de eufemismo hay en la reseña :-P
Bueno, eufemismos no hay, como tampoco hay nada sobre Oriente Medio en el cómic. Era una coña. Me lo he comprado por las tetas.
Es un libro del autor de Billy Brouillard, un cómic que estéticamente es precioso pero que me aburrió y no llegué a acabar.
Este cómic es como una moleskine dibujada, donde plasma lo que se le ocurre sobre las tetas. No tiene una estructura ni va hacia ningún lado. Supongo que simplemente plasma su obsesión.
No me ha gustado porque si bien refleja todas las obsesiones del tetófilo, que comparto, el cómic no tiene ningún rumbo. Me pareció muy malo.
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