Algunos de los nuevos sabores del yogur Oikos de Danone


Danone se está poniendo las pilas en cuanto a variedad de sabores y, a lo largo de 2015, ha estrenado bastantes para su producto estrella, el Oikos. Desgraciadamente, auguro que perdurarán muy pocos o ninguno. Como suele suceder en España, a diferencia de Inglaterra o Alemania, no funciona este tipo de invento porque tendemos  a los gustos clásicos como la cerveza con kikos o el bocadillo de jamón.

Con la ayuda de mi pareja he recopilado los diferentes yogures que han ido saliendo. Ella me apunta que los Oikos, el inicialmente conocido como Griego de Danone y su joroñaquejoroña, ya de por sí son dulces, hasta el natural. Los sabores a base de mermeladas acentúan todavía más el dulzor; de ahí, tal vez, la razón por la que no lleguen a triunfar aquí.

Es cierto que el de lima-limón o el de naranja son más ácidos que el resto pero, aun así, no dejan de estar muy edulcorados. Estos dos, junto al Oikos al toque de menta, me parecen muy refrescantes, más ligeros de tomar que el de mermelada de fresa o el de manzana con canela o el de caramelo, que están ricos pero empalagan. Según mi pareja, el peor en este sentido, es el de compota de higos.

Cabe decir que a ella el de manzana le encanta. Si te gustan las manzanas al horno, debes ir a por él de cabeza. Entre mis preferidos está el de stracciatela, porque las virutas de chocolate negro ofrecen toques de contraste al dulzor habitual. También me pirra el de vainilla y me vuelve loco el de coco con confitura de piña.

Este último es un rezo ateo hecho realidad. Es el mismo sabor que tenía mi añorada Mousse de piña y coco de Danone. El problema de todo esto es el de siempre: que están tan buenos como azúcar llevan. Y esto es un problema porque, con la edad, el cuerpo cada vez acusa más los hidratos, y a cada juicio el pecado sale más caro.

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