A mí me parecía difícil convertir el juego de Angry Birds en una película. Los de Rovio han tardado tanto en hacerlo que la corona que en su día ostentaron los pájaros cabreados ha pasado ya por las cabezas de Candy Crush, Clash of Clans y Pokémon GO.
Pese a la demora, creo que la adaptación es buena. Los personajes 2D han sido bien rediseñados en 3D, se le ha dado un sentido al título y la idea de base para la trama está bien. Todo esto resultaría maravilloso de no ser porque el resultado final es una castaña descomunal. Los de Rovio no han sido capaces de desarrollar la historia ni narrarla en condiciones. Tampoco han sabido mantener un equilibrio entre las bromas para niños y para adultos, con momentos esperpénticos. Ni las voces de Santiago Segura y José Mota (geniales en Monstruos S.A.) salvan este bodrio.
Red, el pájaro rojo, tiene problemas para controlar su ira y, tras un incidente, es enviado a un grupo de terapia llamado "Angry Birds". Allí conoce al resto de personajes que aparecen en el videojuego. En este universo donde las aves viven aisladas en una isla porque no pueden volar, todo se trastoca cuando llega un barco cargado de cerdos muy simpáticos que guardan intenciones nada agradables que el protagonista se encargará de desenmascarar junto con sus nuevos amigos.
Como en el juego, el plan secreto de los cochinos es robarles todos huevos para comérselos. Justo en el momento de la película en que lo han hecho, cuando todas las aves se encuentran afectadas por el terrible secuestro de sus hijos, salta uno de los protagonistas y empieza a hacer el "movimiento del esquiador", zarandeando la pelvis adelante y atrás, mientras grita: "¡Tenemos que ponernos en seguida a hacer más huevos!". Me estaré convirtiendo en un pureta porque la supuesta gracia me pareció una salida de tono de muy mal gusto y nada sutil.
Unido al humor zafio, las incoherencias se multiplican, a cada cual peor. Sin lugar a dudas, Rovio no es Pixar. Me mataron cuando los protagonistas deciden subir hasta la cima de un pico pedregosos con forma de águila y, en el transcurso de la escalada, se intercalan escenas de los personajes cruzando selvas y mares. ¿Pero no habíamos quedado que era un cacho de roca pelada totalmente vertical? ¿De dónde sacan que atraviesan un océano?
Me aburrió muchísimo. La trama es un pastiche de sketches malos nada originales. No oí a los niños de la sala reírse, lo cual me sorprendió. Los héroes no acaban de estar bien definidos y los antagonistas están totalmente borrosos. Han conseguido un gran éxito en taquilla, por lo que podrían amenazar con una segunda parte, pero yo me sigo preguntando cómo.
La moraleja de la película es que uno debe controlar la ira... pero luego se soluciona todo con un monumental cabreo. Ante tal ambigüedad, no sé si debo ser comprensivo o sacar la metralleta. Queda clara una cosa: no siempre vale más tarde que nunca. Hay veces que "nunca" está más que mejor.
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