Esperaba el nuevo cómic de Antonio Hitos desde que leí hace dos años Inercia, ópera prima que recibió el Premio de Novela Gráfica Fnac-Salamandra Graphic 2014. Curiosamente, este nuevo trabajo no sale bajo el sello de Salamandra sino de Astiberri.
¿Qué decir? Visualmente me parece igual de atractivo: estilo definido, línea clara, paleta tricolor sobre blanco y negro, arquitectura a lo Chris Ware,... Ves un dibujo suyo y reconoces al autor. Sin embargo, la historia... Me ha dejado igual. He disfrutado visualmente pero apenas he entendido qué me está contando, qué critica o sobre qué reflexiona.
Como en Inercia, recurre a temas como el vacío existencial, la superficialidad, el aislamiento social,... Sus personajes vuelven a ser gente joven aunque, en este caso, son animales antropomórficos: salamandras, camaleones, ranas, lagartijas, ajolotes,...
Comparándolo con el primer cómic, queda claro que Hitos ha buscado un camino más metafórico (y más cerrado, a mi entender). No lo he disfrutado igual que el primero.
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