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| Gràcia 2, Sabadell |
Reseña de noviembre de 2013. Actualizada en agosto de 2015.
Donde estaba el Món Ibèric, abrieron el restaurante Santamasa. Mientras estaba en obras, nos llamó la atención por la decoración a medio poner. Cuando lo abrieron, le echamos un vistazo rápido a la carta y no nos pareció gran cosa. Por suerte, volvimos a mirar lo que antes sólo habíamos ojeado en diagonal y vimos platos interesantes.
La noche que fuimos estaba lleno. Nos dijeron que debíamos esperar 20 minutos. Tienen una barra muy grande donde esperar cómodamente. Al principio, nadie nos preguntó si queríamos beber algo mientras esperábamos. Todo el personal se veía muy estresado, yendo arriba y abajo. Vimos que la cosa pintaba mal, que el servicio sería malo, que iban desbordados.
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| Foto mala |
El servicio acabó siendo excelente, creo que por varias razones. Los camareros eran bastantes, creo que ocho. Había uno que se encargaba de atender en la puerta y dirigir al resto. Otra mujer (creo que era la propietaria, pues no llevaba el uniforme que el resto) también revisaba que todo estuviera correcto, además de ayudar a servir las mesas.
Los camareros parecían estadounidenses: preguntaban constantemente si todo está bien, si necesitábamos algo. Si faltaba algo, le preguntábamos a alguien y en menos de un minuto lo teníamos en la mesa. Es decir, con tanto ajetreo es normal que pudieran olvidarse de algo, pero lo solucionaban al instante.
De eso hace dos años. Hemos ido varias veces desde entonces y si algo se puede constatar es que el servicio no es tan bueno. Cada vez que volvemos, encontramos caras nuevas en la plantilla. Los camareros parecen cada vez más inexpertos y despistados, y da la impresión de que ya no hay nadie dirigiendo. Parece que no les ha sido posible mantener la calidad de los primeros meses.
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| Foto pésima |
No sé si pasaron diez minutos cuando ya nos dieron mesa. La decoración del local es preciosa. Tiene un toque rústico con mesas de madera y hierro, con decoraciones de mimbre y flores. Me recordó a otro bar de Sabadell pero, repasándolo mentalmente (y googleando), me doy cuenta que se parecen como un huevo a una castaña. El aseo es espacioso y estaba muy limpio.
Hay diferentes sillas, unas imitando a las de oficina y otras de mimbre. Las nuestras eran de las primeras y resultaron muy cómodas. Nos sentimos muy a gusto en este aspecto. Es un local confortable a pesar del ruido. No tienen zona de niños pero las diversas veces que hemos ido hemos visto familias cenando y creo que estaban bien.
Cuando abrieron, ofrecían un amplio surtido de bebidas para elegir, desde refrescos a batidos y zumos naturales variados. Tenían una hoja entera de la carta para vinos y licores. La cerveza que sirven es Moritz. Aquella primera vez, nos pedimos una cerveza y un zumo de fresa, mango y naranja. Desgraciadamente, desde entonces, han caído de la carta los zumos y los batidos.
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| Foto peor |
Aunque en un primer vistazo vimos tapas de aceitunas y jamón, tiene bastante relevancia el queso. En ese aspecto, me recordó a un restaurante francés o bistró. Ofrece pizzas, cocas, fondues y tablas de embutidos. Probamos un revuelto de patatas con butifarra trinchada, pimiento rojo y queso fundido que estaba espectacular. La patata no era frita sino al vapor, evitando que fuera pesado de comer.
De segundo pedimos una fondue para dos. Esta viene en una pequeña cazuela calentada por una vela. Hacia el final, el queso ya no estaba tan fundido. Nos fijamos en que la fondue para cuatro viene con un fuego más potente que supongo lo mantiene mejor. Para mojar en el queso, sirven fuet, chorizo, patatas al vapor y pan (tostado y sin tostar). Nos gustó mucho.
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| Fondue mejor |
De postre pedimos un Cardinale (una especie de galleta de bizcocho rellena con una montaña de nata) recubierto de chocolate y un helado de limón con albahaca. Ambos deliciosos. Fueron 45€ entre los dos y salimos muy satisfechos.
A día de hoy, la comida sigue siendo deliciosa pero las raciones se han reducido resultando, comparativamente con sus inicios, más caro. Sumado a que la calidad del servicio tiene una tendencia descendente, cada vez resulta menos apetecible volver.
Su número de teléfono es 937 27 61 03.
Su facebook es: https://www.facebook.com/pages/Santamasa/592798244116296
5 comentarios
Estoy de acuerdo con esta crítica. Tenemos la suerte de vivir en Sabadell y la verdad es que han cumplido las expectativas que teníamos todos al respecto. Todo es mejorable y los propietarios ya nos comentaron que están trabajando en una carta más completa y digamos orientada al frío que nos viene. Sabemos que tienen algún otro restaurante y nos encanta el 'rollete' que crean con la decoración, el servicio y la cocina. Ya era hora que en Sabadell nos montasen un restaurante de este estilo para todos los públicos y con tanta alma.
Pues si sabéis que tienen otro restaurante, apuntadlo. ;)
Bona vesprada a tothom, acabem de sortir de sopar en aquets restaurant, i comentar que el que hem sopat a estat bo, i molt ben atès, per un personal agradable.
El nostre problema ha estat que en el moment de presentar-nos el compta, ens cobraven de més la quantitat de 7.- €, corresponents a postres, quant axó no era correcta perquè en el preu del menú de Festa Major, és amb postres i beguda inclosa.
El pitjor de tot no son els 7 € de més que ens volien cobrar, el pitjor és la poca responsabilitat de la persona que correspongués, que no van ni venir a demanar-nos disculpes.
Recomano a tothom que revisi el compta si no vol pagar de més.
Gracias por el aporte. :)
Et fan treballar 7 dies seguits sense cobrar, no remurats. Després, moltes són acomiadades durant la primera setmana. Per això hi ha tants cambrers.
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