The fighter (2010) |
Micky (Mark Wallberg) es un púgil con una familia insoportable. Su hermano (Christian Bale), ex boxeador, pasa más tiempo fumando crack que ayudándolo a entrenar. A medida que avanza, la historia se hace más dura y más interesante, sobre todo, gracias al personaje de Bale. Me encantó.
Breaking up (1997) |
¿Suena interesante una película de amor basada en una ruptura interminable? A mí, desde luego, me atrajo la idea, pero el resultado es espantoso. No sólo las actuaciones son malas. Hay momentos de videoclip noventero y pajas mentales más magnificadas que magnificentes. Pretenciosa y aburrida.
La hija de mi mejor amigo (The Oranges, 2011) |
Lo venden como comedia, pero es un dramón impepinable. Aunque empieza con la gracieta (haciendo broma de algo bastante chungo), su propósito es mostrar lo que realmente sucedería con lo que destripa el título en español. En pocas palabras: ja, ja, je, je, ji, ji, ¡joder! Deprimente e incómoda.
The Man in the Wall (2015) |
En un apartamento de Israel, una mujer despierta y descubre que su pareja no está. ¿Qué ha sucedido? Diferentes personas pasarán por el piso, y poco a poco se darán nuevos datos sobre la protagonista y el desaparecido. En su progresión asfixiante y enfermiza me recordó a Compliance. La resolución de la trama me sorprendió. Pese a que puede hacerse algo lenta, me gustó mucho.
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