Los austríacos y los sótanos. ¿Qué pueden guardar bajo tierra, qué ocultan? De algún modo que no llego a entender, el director vienés Ulrich Seidl consigue que le abran la puerta una serie de personajes totalmente pintorescos. Autor de la impactante trilogía de Paraíso (Amor, Fe y Esperanza), desciende aquí a los infiernos de sus compatriotas, quienes muestran sus ambajes aficiones y obsesiones que distan mucho de lo aceptable socialmente. Con la vis cómica digna de un documental de Werner Herzog, muestra lo ridículo, terrorífico y extravagante que puede llegar a ser esa extraña criatura llamada Homo Sapiens.
American Vandal es una serie en formato de falso documental que satiriza los programas de investigaciones criminales. Su caso trata de un gamberro que es expulsado del instituto por un delito que afirma no haber cometido: pintar unas enormes pollas rojas sobre los veintisiete coches del aparacamiento de profesores. Los personajes son ridículos sin pretenderlo, a la manera de The Office. Sin embargo, a medida que se suceden los ocho episodios que la componen, la parte de comedia va dando lugar a una reflexión sobre los prejuicios, la sobreexposición en las redes y el determinismo social. Está muy bien realizada, y se maneja a la perfección en todos los formatos, desde los televisivos del documental y el reality, a los digitales como Snapchat o Twitch.
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