Esta inteligente parodia del nazismo (¡de 1942!) continúa el tema fundamental de la vida como teatro, jugándolo de manera hábil e ingeniosa. Una compañía teatral judía tendrá que representar la función de sus vidas ante los ejércitos del Führer para poder salvarse. El problema es que no lo harán sobre un escenario, sino en los despachos de los comandantes. Hay que verla para poder apreciar lo que realmente vale.
No hay comentarios
Publicar un comentario