The Searchers, traducida como Centauros del desierto en España y Más corazón que odio en Hispanoamérica*, es un aclamado western de John Ford de 1956. Su valor reside en las técnicas de filmación, el éxito en taquilla y en la influencia posterior en directores como Spielberg, Scorsese, Wim Wenders, Godard o George Lucas.
Sin embargo, personalmente, me han dado mucha rabia esas familias tan rebuenas, tan pías, además del enfrentamiento maniqueo entre indios y vaqueros. El paso del tiempo tampoco me ha parecido bien marcado, ni el personaje de Wayne ha terminado de entusiasmarme, pese a que digan que es uno de los mejores papeles de su carrera.
Hacia el final, gana en humor, y la verdad es que me tuve que reír. Pero, en general, tuve la sensación constante de que a la peli le falta algo.
Verla me ha servido para darme cuenta de cómo cambió Leone la concepción del género. Eché de menos, sin duda, la sangre, la ironía y ese aire taciturno y pasota de sus protagonistas.
____________* A la traducción del título hay que sumar que al personaje de Wayne, Ethan, lo llaman indistintamente en la película tanto étan como ézan, pero nunca ízan. ¿Tan difícil era de pronunciar?
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