Sant Antoni 23, Sabadell |
Se nos ocurrió ir un sábado a las 10 de la noche. Tuvimos que esperar bastante, aunque íbamos con tanta hambre que el "bastante" se convirtió en una eternidad. Ese "bastante" se divide en un "algo" para tener mesa (estaba lleno y la gente seguía viniendo) y un "más aún" para las tapas.
Hubo una observación brillante: "Si la gente sigue esperando, por algo será". Efectivamente, las tapas estaban muy buenas. Pedimos bravas, chocos, callos y albóndigas. Lo mejor fueron los chocos, con un rebozado ligero pero crujiente sin estar aceitoso y las tiras de sepia muy tiernas y sabrosas. Con cerveza y refresco fueron 27 lebros.
PD: Detalle esencial, lo nunca visto en Catalunya últimamente: cestita de pan gratis y sin pedirla. El mojeteo debería ser un derecho legítimo ya.
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