¿Es posible crear una historia únicamente a base de zooms (en realidad, un único zoom) y que ocupe nada más que 3 segundos? Parece imposible pero Mathieu lo consigue es está joyita de cómic experimental. Si bien su obra con más éxito, Dios en persona, no me gustó, ésta me encanta. Consigue alargar un zoom aparentemente infinito gracias a los reflejos de aparadores, gafas, bombillas,... el espectador es un rayo de luz que viaja sin parar por todos los recovecos del escenario descubriendo poco a poco qué es lo que está sucediendo. Me ha dejado alucinado.
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