Estas galletas al estilo Chips Ahoy! con pepitas de chocolate blanco y trocitos de frambuesa llegaron de la mano de un amigo desde Inglaterra. Cosas de la globalización y las multinacionales, a la semana siguiente nos las encontramos en el Tea Shop (ese lugar donde el té tiene gusto de madera quemada) de una calle del centro de nuestra ciudad.
Tienen un sabor muy graso a causa del chocolate blanco que enmascara el sabor de la frambuesa. Si uno las toma solas, la verdad, es una pena. Si se toman con té o cualquier infusión sosainas, son una delicia. La lata engaña. Uno piensa que vendrán apiladas pero vienen en una bandejita con huecos suficientes para desquiciar al monstruo de las galletas. 6,50€ por unas 16 o 20 galletas.
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