Mad Max 2: El guerrero de la carretera


Si Mad Max nos presenta el comienzo del fin de la civilización, donde ciudades casi desiertas se ven invadidas por moteros asesinos, en Mad Max 2 (1981) ya no queda nada de ello. El mundo es una llanura de polvo salvaje.

Es el vestuario y ambientación de esta segunda entrega, y posteriormente de la tercera, la que marca la estética apocalípticogayer que todos recordamos, lejos de la primera, más cutrerrealista. Mad Max 2 se podría considerar la adaptación al cine de un cómic de 2000AD. A diferencia de la que inició la saga, sin embargo, aquí encontramos un final que pretende vislumbrar un resquicio de esperanza en mitad del caos.

Tanto esta película como la tercera y la cuarta son historias narradas por otros personajes que recuerdan la figura de un tal Mad Max. El protagonista de la saga deja atrás su pasado de policía para convertirse en una especie de antihéroe, un personaje de leyenda cuyas aventuras viajan de boca en boca sobre el páramo de este mundo iletrado.

Se mantiene el tono lento, la escasez de diálogos y la banda sonora enfermiza de la primera. Las persecuciones motorizadas vuelven a ser el principal aliciente. La historia es bastante absurda y, si no te gustan los coches ni el ruido de los tubos de escape, te aburrirá como una ostra.


Fotogalería de malosos de Mad Max 2

Locaza peliteñida y su chulo de cuero

Diva Musculoca Singer

Amantes de la pedrería, el morado y las ballestas

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