La reinterpretación del Tanuki en Japón: What does the Fox Tanuki say?

foto de tanuki
«Nyctereutes procyonoides» por I, Pkuczynski

Siempre he tenido un lío considerable con qué narices es un tanuki, si un mapache o un tejón. Y resulta que ni lo uno ni lo otro. El tanuki es un mamífero típico de Japón y China oriental conocido en español como perro mapache. Pertenecería a la familia de los cánidos, a diferencia del mapache que se incluye en la familia de los prociónidos.

No obstante, a lo largo de la Historia, los japoneses han usado el término indistintamente para referirse al tanuki y al tejón. Cabe apuntar que el tejón japonés es del mismo género que el europeo pero especie distinta, sin las características manchas negras en los ojos. Si contamos que el ideograma chino describía, originalmente, a gatos salvajes, nos pegamos un tiro.

Ilustración de las diferencias entre el tejón europeo, asiático y japonés
Diferencias entre el tejón europeo,
el asiático y el japonés

El tanuki, al igual que el zorro, forma parte del inmenso grupo de espíritus que configuran el rico folclore japonés. En sus orígenes, heredó las características que la cultura china había conferido al zorro: capacidad de transformarse en otros seres, de encantar casas, de convocar fuegos y destellos, de presagiar el futuro... Con el paso de los siglos, sin embargo, ganaría rasgos propios.

Su concepción siempre ha sido más positiva que la del zorro, hecho que no evitó que surgieran leyendas truculentas sobre él. Con la llegada del siglo XX, la imaginería del tanuki fue completamente reinterpretada para convertirlo en un ser bondadoso, recto y achuchable. Es divertido rastrear la simbología y descubrir que su conducta no es tan ejemplar como la pintan.

Ilustración con los ocho rasgos característicos del tanuki
Los ocho rasgos que representan las ocho virtudes
atribuidas actualmente al tanuki

Sus ocho virtudes se interpretan por el número ocho (八) pintado en su botella de sake [número 7 en la ilustración]. Este ocho (八) es, en realidad, una simplificación del maruhachi, insignia del clan Tokugawa que controlaba la provincia de Owari durante el periodo Edo y, actualmente, emblema de la ciudad de Nagoya que, junto a la prefectura de Aichi, conformaba dicha provincia.

El maruhachi consta del ideograma de ocho inscrito en un círculo y hace referencia a los ocho distritos de la antigua Owari. A principios del s.XX, los artistas empezaron a añadir este motivo a la botella de licor porque ser considerado un símbolo de confianza que facilitaría al espirituoso espíritu la adquisición del sake.

Símbolo Maruhachi
Maruhachi

¿Pero por qué el bicho en cuestión carga con una petaca? La imagen estereotipada actual del tanuki es la de un ser regordete y bonachón con un sombrero de paja, un tokkuri o botella, una nota de cambio y unos cojones que ni el caballo de Espartero. La explicación del sombrero, que a veces es sustituido por un paraguas tradicional japonés o wagasa, está ligada al frasco de sake.

Ambos elementos tendrían origen en el siglo XVI, en la región de Nada (que comprendería las ciudades de Kyoto, Osaka y Kobe), donde proliferaban las destilerías de sake. Los comerciantes empezaron a hacer correr la voz que sólo se podía obtener buen sake en las destilerías habitadas por tanukis pequeños llamados "mameda", supongo que abundantes por la zona.

雨のしょぼしょぼ降る晩に 豆狸(まめだ)が徳利持って酒買いに
(Ame no shobo shobo furu ban ni, mameda ga tokkuri motte sake kai ni)
En noches de fuerte lluvia, el pequeño tanuki trae su botella para llenarla de sake

Una canción infantil narra cómo, en las noche de fuerte lluvia, un pequeño tanuki va a las destilerías de extranjis con su botella. Era habitual que los aldeanos se acercasen con sus frascos para rellenarlos en los barriles. Muy a menudo, traían a sus hijos y les dejaban llenar la botella, tal y como ahora los padres dejan que sus hijos depositen el voto en la urna el día de las elecciones.

La imagen de la canción nos muestra al tanuki como una especie de monje errante, a cuya figura estereotipada se le asocia el sombrero de paja contra las inclemencias. El hecho de que aparezca en noches de lluvia torrencial es una imagen muy asociada al folclore japonés: la del fantasma o extraño que aparece durante una tormenta.

Espíritu Sin Cara bajo la lluvia, imagen de la película de animación El Viaje de Chihiro

Con la reinterpretación del siglo pasado, el alcoholismo del bicho ha pasado a ser un símbolo de gratitud por la comida diaria, una especie de padrenuestro embotellado. El sombrero equivale ahora a la protección contra las adversidades y su barrigón, a la calma y toma de decisiones sensata. Queda patente el interés por alejarse de la idea del monje vagabundo con tipito de Buda.

Los ojos grandes le sirven para estar atento y acertado en sus resoluciones, la sonrisa indica su bondad y la cola le otorga firmeza y fuerza para alcanzar sus objetivos. ¿Pero qué hacemos con su escroto desproporcionado y el taco de pagarés en su cintura? Curiosamente, el pellejo representa la fortuna y la prosperidad mientras que las letras de cambio, la confianza (no sólo en el pago).

Mis cojones, treinta y tres, de Tsukioka Yoshitoshi (1881)

Si el enorme escroto es un rasgo real del animal, que comparte con chimpacés y ratas, los pagarés son otro cantar. En el folclore nipón, tanto el zorro como el tanuki poseen el poder de crear falsas ilusiones. Numerosas historias cuentan cómo convertían piedras, huesos y hasta heces en monedas con las que pagaban. De ahí, los numerosos impagos y deudas que carga.

El personaje que antaño protagonizaba historias llenas de picaresca es ahora el amigo gordito pagafantas que sigue con rectitud su camino de buen japonés. Sin embargo, eso no ha evitado que la estatua del animal esté presente en la puerta de los restaurantes, bares o izakayas del país, fiel a su buen comer y mejor beber. Porque por mucho que al tanuki los vistan de seda, tanuki se queda. ¡Salud!


Fuentes:

No hay comentarios