Jesse Eisenberg y Kristen Stewart en Adventureland y American Ultra

Adventureland (2009)

Adventureland me gustó mucho. Tiene ese rollito de Aquellos maravillosos años, una historia de aprendizaje hacia la madurez, que nunca falla.

Recién terminado el instituto, James (Jesse Eisenberg) descubre que no podrá tomarse las vacaciones por Europa que tenía planeadas. Sin dinero, conseguirá un trabajo en el parque de atracciones de su ciudad natal. Allí conocerá a Joel y a Emily (Kristen Stewart). Son adolescentes y viven desmotivados. Normal, Pittsburgh no tiene el glamour de París.

Es el verano de 1987 y va a ser un asco monumental. Se trata de una comedia con poco humor, o muy ligero. Los chistes palmotean en la balsa de hastío de los personajes, típicos pero no planos. Es agradable ver una película con adolescentes que no gritan cada dos por tres, ni juegan con consoladores, ni se esfuerzan por mantenerse en la cima de una felicidad de plástico rosa.


American Ultra (2015)

Con American Ultra me sucedió todo lo contrario que con la anterior. Me esperaba una comedia de acción muy burra, pero las risas no la acompañan ni enlatadas.

Mike (Eisenberg) es un fumeta que trabaja en el súper de una gasolinera de Liman, Virginia. Vive con su novia Phoebe (Stewart). Parecen el aciago futuro de James y Emily. Un día una mujer aparece en la tienda y le susurra unas palabras que no entiende por estar colocado, pero a partir de ese momento se habrá activado algo en su cerebro que lo convertirá en una arma de matar.

Pintaba bien, desquiciada a más no poder con el porretas haciendo de Jason Bourne. Y sin embargo, la historia y el ritmo son pésimos. Los personajes, sobre todo los antagonistas, son de tebeo. Quiero creer que había una intención irónica y no subnormalizante, pero todo es exagerado en el peor sentido. Uno no ve hipérbole alucinante ni alucinógena, sólo fracaso esperpéntico, tontería desatada.

No me refiero a estupidez sólo en el guión, sino en la dirección, en la producción. Como nada tiene coherencia mínima, las interpretaciones no podían ser buenas. Eisenberg está al nivel de su Lex Luthor en Batman versus Superman. Stewart no sabría con qué chusta compararla, porque no he visto Crepúsculo, pero desde luego esto no es Viaje a Sils Maria.

En definitiva, una de cal y otra de arena.

No hay comentarios