La mujer de al lado de Yoshiharu Tsuge y Carvalho. Tatuaje de Hernán Migoya y Bartolomé Seguí


Pensé que La mujer de al lado era una historia paralela al manga autobiográfico El hombre sin talento. Creí que volvería a recorrer la trama pero, esta vez, desde el punto de vista de la sufrida esposa. Pero no, no es un tributo de Yoshiharu Tsuge a su mujer, la persona que le acompañó durante toda la vida y se vio arrastrada a la indigencia por la depresión de su marido.

En su lugar, este tomo recoge diversas historietas breves, vivencias del autor, que sirven de complemento para entender mejor el contexto y la época, mostrando el día a día de aquellos que en los 70 quedaron al margen del progreso económico del país del Sol Naciente. Historias duras y deprimentes para otra excelente edición de Gallo Nero.



Viniendo de Hernán Migoya, no sorprende ver a Carvalho levantarle la mano y amenazar a una mujer. El autor de Todas putas no se corta a la hora de mostrar ni las contradicciones del personaje, ni la realidad de la sociedad española de la época. No en vano, la saga policiaca escrita por Montalbán buscaba también ser un fresco de la convulsa vida política del país.

No voy a decir que esté mal, pero la adaptación, pese a superar el número habitual de páginas de un álbum (tiene ochenta), va a paso demasiado acelerado porque debe contar mucho en poco espacio. Podría haber salido en el formato de las novelas gráficas (con tamaño de libro y con más páginas), pero los autores consideraron más adecuado el álbum para reflejar la esencia europea del personaje.

El ganador del Premio Nacional de Cómic en 2009 Bartolomé Seguí hace un buen trabajo, pero su estilo no me gusta. Puedo admirar su trabajo con el color, pero su dibujo no me atrae en absoluto. Norma Editorial ha realizado un buen tomo con bocetos y explicaciones al final que, a diferencia de otras muchas veces, no son superfluos y ayudan a entender la gestación de la obra.

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