Cuatro películas: Múltiple, Tren a Busan, Máquina de guerra y La llegada

Múltiple (Split, 2016)

Shyamalan vuelve con la historia de un criminal con personalidad múltiple. Me llamaba mucho la atención el planteamiento, pero este acaba transcurriendo por caminos que yo no había imaginado. Otro guión extraño y original del director indio que, aunque no me ha gustado tanto como El protegido, está a años luz de aquella trampa mortal titulada El bosque.
Tren a Busan (Train to Busan, 2016)

El gran éxito del cine surcoreano: un tren a rebosar de zombis, y unos supervivientes cuya esperanza de vida se acorta a medida que se quedan sin vagones. Trepidante, pero con pausas para dar al paso al exagerado dramatismo asiático que, no obstante, invita a reflexionar sobre el extremo individualismo de la sociedad contemporánea.
Máquina de guerra (War machine, 2017)

Un general estadounidense es asignado para dirigir las tropas de Afganistán. Es un hombre de principios que cree con firmeza que la guerra es un medio tan noble como cualquier otro para propagar la libertad. Brad Pitt interpreta con acierto a un monigote con uniforme de camuflaje que se ve atascado en los engranajes de la burocracia política. Sus ideales se irán socavando en esta película tan irónica como crítica.
La llegada (Arrival, 2016)

La invasión extraterrestre desde un punto de vista diferente: el de la comunicación. Como filólogo me interesaba la historia de una lingüista que intenta descifrar una lengua no humana. Desgraciadamente, una elipsis brutal se salta este proceso. La atmósfera, la fotografía y el ritmo calmado hacen que, al menos, sea una película muy agradable de ver.

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