Lupin (2021)
Lupin trae al siglo XXI las historias del ladrón de guante blanco creado por Maurice Leblanc. La intriga de su trama principal atrapa al espectador, mientras que cada episodio es una fuente de entretenimiento con una buena factura visual. La mezcla de humor, acción y crítica social está muy bien equilibrada. Sin embargo, me molestó demasiado que el supuesto genio del disfraz se muestre a cara descubierta casi siempre y nadie lo reconozca, como si el apolíneo Omar Sy pudiera pasar desapercibido.
30 monedas (2020)
30 monedas es claramente obra de Álex de la Iglesia. Los personajes esperpénticos y el gusto por lo desagradable son marca de la casa. La serie consigue crear escenas terroríficas, pero se vuelve muy repetitiva, disparatada y cutre hacia el final. Junto a las grandes interpretaciones de Carmen Machi, Macarena Gómez o Eduard Fernández, están los vergonzosos personajes de Miguel Ángel Silvestre o Megan Montaner.
Raised by Wolves (2021)
Raised by Wolves, al igual que los bebés de su trama, es claramente fruto de un laboratorio. Su planteamiento es muy interesante, pero el desarrollo se vuelve tan adicto a los cliffhangers que se olvida del contenido. Las buenas ideas se malogran bajo "sorpresas" predecibles dentro de un esquema demasiado cliché. Lo vergonzoso es que, pese a estar avisados desde Perdidos, o incluso desde Expediente X, volvemos a caer en la trampa una y otra vez.
Friends: The Reunion (2021)
Lo más preocupante no es que muchos de ellos tengan la cara hecha mierda, sino que parezcan traumatizados a pesar de haberse forrado con la serie. En este sentido, parece que el verdadero triunfador es Matt LeBlanc, que irradia tanta alegría como panzón. La reunión dura unos cien minutos, aunque da la sensación que hayan grabado el triple para futuros extras. Además del reencuentro, hay una entrevista totalmente vacía. A cualquier fan le encantará.
Y además...
Vistas las terceras temporadas de Aggretsuko y Desencanto, se confirma la marcha cuesta abajo de ambas. Para ser exactos, es la serie japonesa la que empeora, pues la obra de Matt Groening nunca llegó a brillar. La ácida y divertida primera temporada de Aggretsuko ha desembocado en un guion absurdo alejado de la realidad que critica, llegando incluso a justificarla. Desencanto perdió completamente el rumbo y el humor, mezclando ahora magia y medievo con steampunk y más bostezos.
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