Cuatro reseñas breves más: Toc toc, El sr. Henri comparte piso, El hombre de Toronto y Cuestión de tiempo


Toc toc (2017)

La premisa de esta comedia captó mi atención: seis personas con diferentes trastornos obsesivo-compulsivos se reúnen para llevar a cabo una terapia especial. Al ser una comedia española, uno podría temer un tratamiento chusco del tema. Por suerte, el guion es la adaptación de una obra de teatro que sabe construir escenas graciosas sin caer en el esperpento o en la ridiculización.

Su resolución no es muy original, pero el desarrollo es entretenido. Tal vez la lastre su excesiva teatralidad, pues toda la acción sucede en la sala de espera de la consulta donde los diálogos entre los distintos pacientes soportan el peso de una espera sin fin. Me gustaron las interpretaciones de Rossy de Palma y Alexandra Jiménez, y no tanto la de Paco León.


El Sr. Henri comparte piso
(L'étudiante et Monsieur Henri, 2015)

Es posible reconocer una producción francesa por la cantidad de chistes que pueden ser tomados por insultos. El humor galo es despreciativo en grado sumo. Aquí la manida historia de "joven conviviendo con anciano" es subvertida con un elemento tan turbio como incómodo. Y es que el abuelo le pide a la chica que seduzca a su hijo para que se divorcie de su mujer.

La propuesta es planteada de una manera atroz: o acepta, o la pone de patitas en la calle sin blanca. Es una invitación forzada a la prostitución. El hijo está en plena crisis de los cuarenta y ella es universitaria. Para más inri, el supuesto demonio de su esposa es un primor que se preocupa por todos, incluido el viejo que tanto la odia. Más que risa, me produjo un profundo malestar.


El hombre de Toronto
(The Man from Toronto, 2022)

Kevin Hart es un cómico que me resulta hilarante. Sus colaboraciones con Conan O'Brien o sus entrevistas junto a Dwayne Johnson las he visto decenas de veces. Woody Harrelson, por su parte, es un actor tan entretenido como su filmografía. Errar el tiro con El hombre de Toronto me parecía extraño, pero bien puede ser que me haya abierto un agujero en la nuca.

Confundido con un misterioso torturador, Hart deberá hacer uso de su verborrea habitual para intentar salir con vida del meollo en el que se ha metido. El problema es que el ingenio brilla por su ausencia, y ni en su versión original pude mantener las comisuras arriba. La falta de química, las escenas de acción aburridas y un lugar común disfrazado de moraleja interseccionan en este bodrio de casi dos horas.


Una cuestión de tiempo
(About Time, 2013)

Esta comedia amorosa creada y dirigida por Richard Curtis (Notting Hill, Love Actually, Blackadder) introduce una premisa fantástica en el género de la comedia romántica para ofrecer una historia original y muy inglesa en su humor. Tim tiene 21 años cuando su padre le revela que todos los varones de la familia tienen la capacidad de viajar a su propio pasado y modificarlo.

El protagonista aprovechará este poder para conocer (y convencer) al amor de su vida. Vadeando lo ñoño y lo enfermizo, alcanzará su objetivo. Lo interesante llega cuando descubre que no sólo está cambiando involuntariamente las vidas de quienes lo rodean, sino que es incapaz de arreglar todo lo que se había propuesto. Sin ser genial, es la mejor, y de lejos, de las cuatro películas reseñadas.

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