De buen humor: Dr. Slump y Thermae Romae

Por fin, una década después de su publicación en español, Planeta ha traducido al catalán los 15 tomos de Dr. Slump. La demora ha sido tan larga como incomprensible, dado el éxito que tuvo su adaptación animada en Cataluña, y contando que siempre ha publicado Dragon Ball en ambos idiomas. Las ayudas de la Generalitat han surtido su efecto, vista la oleada de nuevas series en catalán.

Leer los dos primeros tomos ha sido una gozada. El dibujo ochentero de Akira Toriyama es una delicia. Su trazo limpio y redondeado se ve reforzado por un entintado sólido y sin tramas. Los detalles invaden las portadas, auténticas cornucopias de ideas. Con guiones ingeniosos y llenos de humor absurdo, Toriyama desmantela los mecanismos del medio para hacer malabares con ellos.

Hay una viñeta en que Arale recorta la propia página donde se encuentra, la introduce en una máquina del profesor y duplica todos sus elementos y personajes, incluida ella misma. Es una sorpresa tras otra. Me preguntaba: "¿Cómo se le ha podido ocurrir esto?". Ahora que la industria del cómic japonés está tan asentada, ¿es posible que se haya restringido la libertad creativa en pro de los beneficios?

Tras revisitar algunos episodios de TV3, cabe destacar que la traducción de Marc Bernabé debe mucho a la de antaño. Hay diálogos calcados en los que sólo se han actualizado referencias culturales: así, lo que antes era "pollo", ahora es un plato de tempura. Aunando carcajadas y nostalgia, esta edición en catalán ha conseguido retrotraerme a mi infancia con una sonrisa de oreja a oreja.

Thermae Romae, a falta de leerme los seis tomos de la obra completa, parece ser otra joyita salida del país del Sol Naciente. Hay que elogiar no sólo la idea, sino también que hubiera una editorial dispuesta a apoyarla y publicarla. Lucius Modestus es un arquitecto de la Antigua Roma que, sin entender muy bien cómo, viaja a los balnearios del actual Japón al sumergirse en el agua de las termas.

Cada salto temporal le resolverá un problema que lo tiene ofuscado: crear un baño exterior para el cónsul, facilitar el acceso a ancianos, transmitir las normas de conducta a los foráneos,... Los encuentros entre ambas civilizaciones son hilarantes, y están ejecutados de manera muy hábil, ya que no hay posibilidad de comunicación entre las partes.

Las ilustraciones de cubierta de los tomos no sólo anticipan el divertido contraste entre la solemnidad asociada al mundo clásico y la informalidad de la época contemporánea, sino también algo esencial de estas reuniones espaciotemportales: la desnudez. Es algo sobre lo que reflexionar, y no menor, contando que la edición inglesa ha censurado las partes pudendas de las estatuas.

Si bien, a diferencia de Dr. Slump, los capítulos suelen seguir un esquema repetitivo, me fascina cómo la autora consigue que el resultado sea lo contrario de aburrido. Y ojo con ella, porque los epílogos de Mari Yamazaki son de lo más surrealistas. Más allá de los datos históricos expuestos, sus anécdotas personales son de traca, a medio camino entre el ridículo y la conmiseración.

¿Y quién hay detrás de la traducción? Pues, de nuevo, Marc Bernabé y Daruma Serveis Lingüistics. Y, otra vez, el trabajo vuelve a ser excepcional. Cada dos por tres, se cuela un latinajo en los bocadillos de los protagonistas: inter nos, non plus ultra, vox populi, ex profeso, cum laude,... Cada morcilla de estas es una risotada bien amplia. Espero pasármelo tan bien con el resto de tomos.

1 comentario

aningunsitioperoquesealejos dijo...

Vídeo en inglés muy interesante acerca de la exactitud histórica de Thermae Romae: Is Thermae Romae Novae Historically Accurate? https://www.youtube.com/watch?v=7IUUVenQsJY