Nihilistas

Una clienta se acerca al mostrador.

–Hola, buenas. Quería saber si tenían libros de Nirche.
–¿Perdón?
–De Nirche.

Supongamos que ha dicho Nietzsche.

–¿Y qué libro buscaba?
La geología de la moral.

Supongamos que ha dicho La genealogía de la moral.

–Muy bien. Si me acompaña, le indico dónde está. Aquí. Ahora mismo tenemos dos ediciones. Le aconsejo ésta porque viene mejor anotada.
–Gracias. Mira  –le dice a un hombre que aparece de la nada. Tiene el pelo cano y ojos como inyectados en sangre–. ¿Te parece bien?
–Muy bien –responde él–. Y ahora –dice dirigiéndose muy serio al librero–, ¿las armas?

Supongamos que... ¿QUÉ?

–¿Perdón?
–Los libros de armas –aclara la mujer.
–Ah... –tarda en reaccionar el librero. Se está acordando de cuando le pareció peligrosa la combinación de aquel tipo que buscaba libros sobre ventas e hipnotismo–. Teníamos un atlas sobre la historia de las armas pero ahora no lo tenemos en stock. Se lo podría pedir si lo deseasen.
–¿Y metales? Es que está relacionado –salta el tipo.

Supongamos que las conexiones neuronales de este tipo son muy raras.

–¿Relacionado? –pregunta el librero.
–Espadas –apostilla la esposa.
–Ah, espadas...

Supongamos que el librero se marcha muy, muy lejos de ellos, de allí. Muy, muy deprisa.

2 comentarios

hatsue-san dijo...

Joer Ricardo, metales y armas, está clarísimo!! Eso sí, combinado con Nirche...digo...Nietzsche...puede ser letal!!! XDDD

aningunsitioperoquesealejos dijo...

Eso digo yo. XDDD