La 5 y la 6 siguen con las concesiones habituales para que el juego del asesino sea posible, además de que la historia va enredándose más y más. La sexta, al igual que la segunda, consiguió sorprenderme con el final.
Desgracidamente para la gente que le tenía aprecio a la serie, la séptima entrega (su nombre de Saw 3D ya hacía sospechar lo peor) los desprecia. Evidentemente, los fans enfervorecidos no tendrán ningún problema de la misma manera que no los tuvieron con Perdidos.
La séptima se saca otro giro de tuerca de la manga y el mecanismo se pasa de rosca. No tiene sentido ninguno. Asimismo, la originalidad de los puzles se desmorona y el gore se yergue en toda su asquerosidad (aunque, curiosamente, en mi copia la sangre es rosa).
La vi porque pensé que era la última pero en modo alguno. Por lo visto, queda mucho por empeorar.
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