Let's Rock Bar, combinados vegetarianos y de carne en Sabadell [CERRADO]

Sant Pere 32, Sabadell

Actualización: Let's Rock Bar cerró el 26 de febrero de 2016.

Ubicado en la calle Sant Pere, junto a la plaza del Gas, donde se encuentra el museo de la Fundación Fenosa y la reinaugurada tetería L'atzavara, popularmente conocida como "La Tete", ha abierto el Let's Rock. Se inauguró hace apenas cuatro meses pero, vistas las fotografías de su Facebook, clientes ha tenido. Desgraciadamente, la noche de viernes que fuimos estaba vacío.

¿Qué tiene de especial Let's Rock? A primera vista, nada. Como su nombre indica, es un bar donde suena música rock pero, comparado con otros locales temáticos, su decoración es bastante humilde. Apenas tienen una pared llena de fotografías de leyendas de la música, salvamanteles hechos con discos de vinilos y platos bautizados con nombres de cantantes.

Tampoco es que el local dé para mucho más, la verdad. Es estrecho como un pasillo. Pintarlo de azul marino le ha dado personalidad y queda chulo pero, ciertamente, no ayuda a procurar una sensación de mayor amplitud. La cocina es pequeña. Sus escasos fogones y la plancha dan para lo justo. Queda clarísimo que se trata de un antiguo kebab reconvertido.



¿Qué es lo que puede atraernos, entonces? Su propuesta. Leer "platos combinados, comida británica y vegetariana" llama, como mínimo, la atención. Ofrecen los combinados de bar de toda la vida de carne con ensalada y patatas por 9,95€ pero añadiéndole, además, la opción vegetariana que, no obstante, sigue la misma línea de fritos y plancha.

Puedes pedir tanto un archipiélado de rodajas de berenjena como un islote de Perejil hecho de hamburguesa. Tienen frankfurt, fish and chips, bravas o cuscús, además de postres caseros como flanes o pasteles. Ahora mismo tienen una oferta de lunes a jueves con la que te invitan al pastel de cumpleaños si reservas para celebrarlo con ellos.

para cenar pedimos la hamburguesa XXL con bacon, huevo frito y queso. Su contrapartida vegetariana no se queda atrás. Si no recuerdo mal (aunque es más que posible que me esté equivocando) estaba hecha con cebolla, zanahoria y calabacín. Con cualquiera de las dos se disfruta. Son muy sabrosas.

Las patatas, cortadas a dados, estaban crujientes por fuera y bien hechas por dentro. La ensalada verde era fresca y no de bolsa. El rebozado de las rodajas de berenjena estaba bien cocinado y las croquetas vegetarianas estaban muy ricas. Fue una pena que no tuvieran pastel pero el flan casero de postre me gustó mucho. Sería ideal que también tuvieran una oferta de zumos naturales.



En resumen, pese a que el menú no es muy variado y el tamaño del establecimiento es reducido, salí contento. El trato fue bueno y pudimos ver la dedicación de la cocinera, a la que si preguntas te explica cómo prepara los platos. Creo que es una visión diferente de un vegetariano. Porque puedes no querer carne pero eso no quita que sigas amando la comida de bar.

Más información:



No hay comentarios