¿Qué decir de Slow West? Que me esperaba otra cosa. Me esperaba saborear un western auténtico pero me he encontrado con algo más popi, con un jovencito Kodi Smit-McPhee frágil cual emo y un Fassbender que no consigue recordarme al actor de Shame o Hunger.
Jay Cavendish es un joven escocés que se dirige al Oeste para reencontrarse con su amor. En su camino, el forajido Silas Selleck le ofrece ser su guía y guardaespaldas a cambio de dinero. Pinta bien en su planteamiento pero el ritmo es extraño, no avanza como cabría esperar. Los personajes aparecen de modo inesperado y las situaciones se suceden con una cadencia similar.
Están, además, todos esos detalles que te sacan de la historia porque se ven más falsos que un billete de 500€ con la cara de Bárcenas. El chaval lleva un jergón azul que parece del Decathlon. Recogen una osamenta de ¿vaca? con una ¿aleta dorsal? de un blanco refulgente que pesa como una pluma. Toma tras toma, queda patente que a todas les falta la pátina necesaria para no parecer grabadas ayer por la tarde.
El talento de John Maclean será prometedor, según dicen, pero aquí destensa el clímax y estropea la experiencia. Por medio de escenas metidas con calzador, se empecina en explicarnos una moraleja evidente sin ser capaz de mostrarla en pantalla: el Oeste es violento, de acuerdo, ¿entonces por qué en esta película parece que vayan de cámping?
La trama parece mejorar pasada la mitad, tras una bien interpretada (y absurda) borrachera de Fassbender. La luminosa escena final con el multitudinario tiroteo en el campo de trigo estéticamente es preciosa pero, como todo lo que llena el metraje de este relato, con poco o ningún sentido. Me resultó toda tan extravagante que, al final, decidí indagar un poco.
¡Pues resulta que no estaba pillando el chiste! Su intención fue filmarla como si fuera un "cuento de hadas europeo", de ahí el toque ingenuo y onírico, de ahí los colores tan vivos full HD. "Coen-esque" afirma una crítica en inglés. "¡Tuputamadr-esque!" grito yo encolerizado. ¡Otro producto que desde máketing lo venden como lo que no es! ¿Y luego queréis que pague, desgraciados?
Slow West es un cuento de hadas europeo sobre algo tan estadounidense como son los cowboys, que transcurre con la lógica de los sueños y tiene una moraleja más cansina que un cuento de El conde Lucanor. Si has pensado que era una peli del Oeste porque salen vaqueros, caballos, tiroteos, indios y cuatreros, el problema es tuyo (por lo visto).
2 comentarios
Si te sirve de consuelo, yo la vi sabiendo más o menos lo que iba a ver (una peli de vaqueros hipster, esteticista y con un aire irreal e ingenuo) y tampoco me convenció demasiado. No me parece odiosa pero para mí la "poesía" es otra cosa. Me sorprende, eso sí, que haya tanta gente que comulgue con ella.
¿Y por qué te metes con el Conde Lucanor? Para moralejas pesadas: Gonzalo de Berceo ;-)
Bueno, puse El conde Lucanor por poner porque ni lo recuerdo. Solo guardo lo aburridas que fueron las clases. Estaba bastante fuera de quicio cuando escribí esto. Estoy cansado de pagar por equivocarme.
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