Álvarez siempre vuelve de Paco Alcázar

En octubre de 2014, la revista Vice y Paco Alcázar colaboraron en un concurso. Había que enviar la posible continuación de una historieta creada por el autor. La historieta de dieciséis viñetas sintetiza el álbum musical homónimo del propio dibujante, pues Alcázar también compone bajo múltiples pseudónimos (podéis corroborarlo en su Bandcamp).

A mí me dio por participar y, por exceso de entusiasmo, acabé escribiendo un microrrelato absurdo. La cosa pareció diluirse o, tal vez, tuvo continuidad en el papel de las páginas de la revista. El tema está en que en internet, donde se suponía que estaba todo, no encontré la respuesta. Me quedé con la intriga de saber quién ganó y con la espinita clavada de publicar el texto.

Quería sacármela, la espina, así que aquí la dejo después de la historieta que realizó Alcázar para el concurso.


Álvarez sigue avanzando hasta introducirse en el reflejo de la cisterna del camión. Parece flotar. De repente, se da cuenta que está conduciendo en contradirección. Los conductores le pitan. En la locura vertiginosa de esquivarlos, ve que todos tienen cara de pescado, aletas de pez. No pueden enseñarle el dedo de en medio, sólo tocar el claxon. Un bocinazo lo despierta. Todavía hipnotizado por el sueño, sigue detrás del camión, las manos al volante, el pie en el acelerador. No frena. El accidente es horrible. Tendido en el asfalto, rodeado por el contenido volcado del tráiler del acuario, ve el inmenso charco de agua evaporándose donde los atunes boquean y se agitan asfixiados. Apenas puede moverse, mantener los ojos abiertos. Un pez salta frente a sus narices. Su mirada vacía lo sobrecoge. Queda claro que no acepta la derrota. En un esfuerzo difícilmente imaginable, el animal articula con un trémulo hilo de voz: “Sálvanos, Aquaman”. Álvarez, finalmente, comprende.

_________
Más sobre el autor:

No hay comentarios