Festival de Sitges 2019: Vivarium, Memory y Bodies at rest

Vivarium (2019)

El planteamiento era interesante: una pareja se ve atrapada en un vecindario de casas exactamente iguales que se extiende indefinidamente. Desgraciadamente, a partir de aquí, no hay ni una sola idea sorprendente. El comportamiento de los personajes es absurdo, y no se profundiza en la situación. Aburre a las piedras. Para colmo, hay que aguantar al tirillas de Jesse Eisenberg con su asquerosa voz pretendiendo ser jardinero, cuando no sabe ni cavar un puto agujero. Qué asco le tengo.


Memory: The Origins of Alien (2019)

Tras su documental 78/52 sobre la escena de la ducha de Psicosis, el director Alexandre O. Philippe puso su mirada en Alien. Esta vez, sin embargo, no sólo se centra en la famosa escena del monstruo saliendo del pecho del copiloto.  Repasa la génesis del guión de Dan O'Bannon y de los diseños de Giger, ambos estrachamente ligados al mundo de los cómics. Lo más fascinante es ver a Ridley Scott tomando buenas decisiones. Desgraciadamente, también hay fragmentos de sus películas actuales.


Bodies at rest (2019)

Fui sin mirar el tráiler. Creía que eran unos mafiosos chinos entrando en una morgue donde los fiambres volverían a la vida como zombis, y se liaría la de Cristo. Pero no hay muertos vivientes... ni falta que hizo. Sólo tres pistoleros frente al director del depósito de cadáveres y su aprendiz bastan para volar el edificio por los aires. Es una exageración absoluta, un exceso que acaba agotando y agotándose. Eso sí, ver a la chica repartir estopa (y no lloriqueando) es lo mejor de todo.

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