Tedio desde el sofá: Sleepy Hollow y The Disaster Artist


Sleepy Hollow (1999)

Todavía me faltaba por ver este clásico de Tim Burton sobre la leyenda del jinete sin cabeza. Debo decir que, pese al paso del tiempo, visualmente sigue siendo sorprendente. Desgraciadamente, la capacidad del director para crear su propio universo cinematográfico, tan reconocible y peculiar como el de Wes Anderson, no suple un guion carente de chispa.

Ni siquiera los dos grandes nombres que encabezan el elenco lo salvan. Aquí Johnny Depp todavía no da grima al hacer sus excentricidades, y Christina Ricci sigue estando en boga. El resultado es un relato fantástico que va hundiendo paulatinamente al espectador en un sopor indecible, sólo para despertarlo con un final absurdo a más no poder.


The Disaster Artist (2017)

Greg Sestero, un aspirante a actor, conoce a Tommy Wiseau, un individuo extravagante que sueña con rodar una obra maestra. Wiseau está convencido de su idea, pese a que nadie comparte su visión. Contra todo pronóstico, el dislate acaba viendo la luz bajo el título The Room, una película real que a día de hoy está considerada una de las peores de la historia.

The Disaster Artist busca transmitir ese amor incondicional hacia el cine que tan bien plasmó Ed Wood. La fina ironía y ridiculez de aquella queda muy por encima de esta patochada incómoda, aburrida y sin gracia. Puede que mi mala opinión se deba a la manía que les profeso a James Franco y Seth Rogen, o tal vez se deba a que los dos juntos sólo saben hacer mierda pura.

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