Creed. La leyenda de Rocky (Creed, 2015)
El legado de Rocky sigue en el hijo de su primero rival y luego amigo Apollo Creed. Aaron Covington y Ryan Coogler escribieron un guion a la altura de la primera película que inició la saga. Aunque no aparezca en los créditos, Stallone escribió todos los diálogos de su personaje. El protagonista, la chica, los entrenamientos, la pelea, el argumento,... todo vale la pena.
La vida de Adonis Creed está lejos de ser la juventud del joven Rocky Balboa. El dinero que ganó su padre y los contactos de su familia le han procurado un buen techo y un buen trabajo. Su futuro está solucionado. Su pasión por el cuadrilátero, sin embargo, lo empuja a abandonarlo todo en contra de la voluntad de su madre, quien guarda un amargo recuerdo después de lo que sucedió a su marido.
Adonis vuela de Los Ángeles a Philadelphia para pedirle a Rocky que le entrene y le ayude a convertirse en profesional. Paralelamente, el hijo de Apolo conocerá a Bianca, una cantautora que vive en el piso de arriba de su apartamento, iniciándose un bonito romance como ya ocurriera entre Balbola y su amada Adrien.
Todo está actualizado pero conserva las sensaciones de antaño. Es un directo a la nostalgia que, sin embargo, tiene más que aportar que un simple remake de la trama original. Personalmente, me encantó, porque no me defraudó tras mucho tiempo esperándola ver. En la mayoría de servicio en streaming que consultaba, siempre tenían sólo su secuela.
La segunda no tiene nada que ver. Le falta el sentimiento de la primera, se siente innecesaria y torpe en su desarrollo. Busca cerrar el círculo enfrentando a Creed con el hijo de Ivan Drago, pero las motivaciones no están bien planteadas. Se nota demasiado forzado. Además, personalmente, Rocky IV me parece una chusta, como ya me lo parecieron la II y la III.
Imita el entrenamiento "a lo Goku" de Rocky en aquella, sustituyendo la estepa nevada rusa por el desierto mexicano. Adonis, en su obsesión, emocionalmente mal llevada en el guion, entra en conflicto con Bianca. Incluso se añaden ciertos detalles que me parece que, además de no ser relevantes, justamente deberían empujar la trama en la dirección contraria a la que se encabezona en dirigirse.
La segunda fue dirigida pro Steven Caple Jr., y se nota. Si algo hay que decir a su favor es que eliminó la pelea entre Dolph Lundgren y Sylvester Stallone, lo que en mi opinión le hubiera estado fuera de lugar, restándole todavía más credibilidad a los personajes. Además, si la idea es pasarle el testigo a la siguiente generación, ¿qué sentido tendría?
Creed II es una historia sobre reconciliación y perdón, que puede pintar muy bien sobre el papel pero está lejos de lo conseguido en la primera. Quisieron ordeñar la vaca hasta la última gota y volvieron a meter la pata como lo hicieron con la saga original. Por suerte, se puede decir que la primera es tan disfrutable como aquella que inició la leyenda del potro italiano.
Creed II. La leyenda de Rocky (Creed II, 2018)
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