Cómics de Hatsue: Negra de Émilie Plateau y El hombre y el gato de Umi Sakurai

Lo bueno de vivir con alguien cuyos gustos no son clónicos de los tuyos es que puedes descubrir autores y obras que tú ignorarías en la tienda. Eso mismo me sucedió con Negra. La vida desconocida de Claudette Colvin de Émilie Plateau y El hombre y el gato de Umi Sakurai. Aunque, siendo sincero, me ha alegrado más conocer un cómic que el otro.

El hombre y el gato no deja de ser otro manga más para los amantes de los felinos. La traducción del título no hace más que restarle interés. Ojisama to neko (おじさまと猫 ) es, literalmente El anciano y el gato, pero tal vez Norma Editorial quiso distanciarse de La abuela y el gato gordo de Konami Kanata de Planeta DeAgostini (en japonés Fukufuku Fu-nya~n, es decir, nada que ver).  

A mi pareja le emocionó, pero a mí no me ha convencido ni por el estilo de dibujo ni por los personajes. El protagonista, un anciano muy educado y apuesto, decide adoptar a un gato gordo y feo, buscando cumplir el deseo de su difunta esposa. La relación entre ambos se iré estrechando mientras conocemos las penurias que han sufrido tanto el dueño como la mascota.

Si bien se aleja del tono cómico de las series sobre gatos que habíamos leído hasta la fecha (El dulce hogar de ChiPlum), me cuesta empatizar con dos personajes tan planos y tan prediseñados para provocar la lágrima fácil. No me resultan creíbles, ni el anciano en su impoluta perfección, ni el gato con sus sentimientos demasiado humanos.

Con cada tebeo que leo sobre mininos, más me reafirmo en la genialidad y el talento de Konami Kanata, la mejor sin parangón en su aparente simplicidad. Émilie Plateau, con otro estilo muy distinto, consigue también atrapar al lector con una fascinante sencillez, tanto en el dibujo como en la narración directa del breve episodio que dio pie a la abolición de la segregación en el sur de EE.UU.

En marzo de 1955, una quinceañera negra llamada Claudette Colvin se negó a ceder su asiento en el autobús a una pasajera blanca. Fue detenida y, posteriormente, llevada ante un tribunal. Una de las personas que trató ayudarla fue nada más y nada menos que Rosa Parks, miembro de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color.

Pero Parks todavía no había pasado a la Historia, pues no fue hasta diciembre de ese mismo año que, a sus cuarenta y dos años, replicaría el acto de desobediencia civil de la joven Colvin. El libro de la autora francesa, basado en la novela homónima de Tania de Montaigne, recopila todo lo que hubo detrás y antes de la famosa foto.

Porque Colvin no fue la primera en negarse a levantarse de su asiento. Hubo muchas antes, pero todas se habían declarado culpables. Claudette siguió adelante con el juicio esgrimiendo su inocencia pese a las consecuencias que le comportaría. Es una lectura ligera pero cargada de reflexiones que, de no ser por mi pareja, me hubiera perdido. La recomiendo sin pestañear.

______
PD: Para quien esté interesado en la lucha contra la segregación racial en EE.UU., escribí hace tiempo un artículo a raíz de la película Woodlawn, que me costó lo suyo pero que mereció la pena por la cantidad de datos que recopilé: https://aningunsitioperoquesealejos.blogspot.com/2017/09/woodlawn-el-drama-deportivo-cristiano.html

1 comentario

aningunsitioperoquesealejos dijo...

-Entrevista en francés a Émilie Plateau y Tania de Montaigne, respectivas autoras del cómic y novela Negra. La vida desconocida de Claudette Colvin: https://www.rts.ch/play/radio/vertigo/audio/les-invitees-emilie-plateau-et-tania-de-montaigne-la-vie-meconnue-de-claudette-colvin?id=10300982