Lo mismo que me sucedió con Mondo Lirondo, me ha pasado con Calavera Lunar. No me gusta nada el humor de Monteys en sus comienzos. Y a pesar que de joven me quedaba mirando las páginas de Mondo Lirondo en la tienda de cómics, sus dibujos de antaño están lejos de ser mis favoritos. Monteys ha ido a mejor en todos los aspectos: tinta, color, guion, dominio del gag,... Si bien Mai Més Llibres ha puesto mucho esfuerzo en la edición, y a los fans les encantará, este libro no es para mí.*
Ana Oncina tiene un estilo aparentemente simple de líneas muy limpias. Es elegante y delicada tanto en la ilustración como en la narración. Me enamora. Desgraciadamente, no he llegado a conectar con esta historia tan agridulce como nostálgica. Su desenlace ni ofrece sorpresas, ni deja buen sabor de boca. Esperaba un tono menos grave y, puestos a pedir, también unas notas de color, que tan bien aplica la autora. Pero entiendo que no era su objetivo. Ha sido una pequeña decepción.
Este manga de únicamente dos tomos me atrajo tanto por su llamativo título, como por su ilustración en acuarela de la cubierta. Es la adaptación a la viñeta de una novela de Seiko Tanabe que ha tenidos dos adaptaciones cinematográficas y una de animación. Es un romance muy dramático lleno de tsundere en el que no faltan las notas de humor. El arte es bonito y preciosista, aunque el entintado a veces me falla un poco. Es una lectura ligera u entretenida cuyo segundo volumen espero con ganas.
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* Encima, huele muy mal. ¿Por qué hay tebeos que tienen ese olor tan fuerte y desagradable? ¿Es por la tinta?
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