En el catálogo de Letrablanka: Radiant, Kyoko y papá, Nemurubaka y Sálvame Pythie

Sálvame, Pythie es un manfra (cómic francés de estilo manga) con esencia de clásico japonés. Al rechazar el amor del dios Apolo, Pythie recibe el mismo castigo que Casandra: predecir el futuro sin que nadie crea sus palabras. Este será el punto de partida de sus aventuras con Janto, un héroe bastante gafe que resulta ser inmune a la maldición.

Esta comedia romántica basada en la mitología grecolatina es la prueba de que su autora adora a la gran Rumiko Takahashi (Ranma ½, InuYasha). Todo recuerda a sus obras: la pareja protagonista en lid constante, los enemigos extravagantes, las situaciones ridículas,... Las risas se mezclan con la nostalgia. De no ser por el apartado artístico, muy mejorable, estaría sin dudarlo entre mis series favoritas.

Radiant es otro manfra que ha llegado de la mano de la editorial Letrablanka, con una firme apuesta por el país galo. Al igual que la serie de Elsa Brants, esta también emana un delicioso aroma clásico, con la diferencia de que aquí el dibujo es excepcional. La historia transcurre en un mundo fantástico donde la magia es una enfermedad transmitida por unas misteriosas bestias llamadas Némesis.

El protagonista quiere desentrañar el origen de estos monstruos. Su aventura avanza a golpe de personajes estrambóticos, gags absurdos y mucha, mucha acción. Por momentos recuerda a Dr. Slump, por momentos a Dragon Ball. Es una colección larga con un ritmo de publicación semestral. Hasta donde he leído me ha resultado una gozada. Las pocas páginas a color que incluye son sensacionales.


Además de artistas europeos, Letrablanka ha traducido a autores nipones. En 2019 trajeron Los Suzuki en París de Junko Kawakami, una de mis lecturas favoritas del año. Hoy ocupa ese lugar Nemurubaka de Masakazu Ishiguro. Ruka y Yumi viven juntas en una residencia universitaria, y están sin blanca. Ruka sueña con ser cantante, mientras Yumi tiene un trabajo a tiempo parcial que no la llena.

Son egoístas, y se aprovechan de los demás para conseguir comida gratis y dinero. Quedan lejos de los prototipos del manga, donde hasta los personajes más rebeldes guardan cierto código moral. Su relato cotidiano lleno de hastío y desencanto ha resultado ser más original, hilarante y anárquico de lo que imaginaba. Me ha gustado el desarrollo, pero me ha enamorado aún más su final.

Después de Nemurubaka, no tardé en ir a por Kyoko y papá, la segunda obra del autor vendida en España. Lo leí sin saber que ambos están conectados, si bien la relación es apenas un guiño. De hecho, este volumen, también único, no tiene una trama sólida detrás, sino que se trata de una sucesión de anécdotas entre la protagonista y su padre, un hombre bastante peculiar.

Aunque me entretuvo y me arrancó más de una risa con su humor absurdo y descarado, mis expectativas estaban más alineadas con la experiencia de la lectura anterior. Asimismo, me fastidió el diseño demasiado similar de ciertos personajes (algo, por otro lado, habitual en el manga). Esta es una obra sin mayores pretensiones que la de hacerte pasar un buen rato. Y lo consigue.

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PD: Para mí sorpresa, he descubierto que en 2021 Norma Editorial incluyó en su catálogo Heavenly Delusion de Masazaku Ishiguro. La serie está todavía en curso, pero en España ya están disponibles los siete tomos existentes hasta la fecha.

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