Unpacking es un juego sencillo y relajante, pero que encierra una propuesta narrativa muy ingeniosa. Si los objetos de la novela Las cosas de Perec definían a sus personajes, es a través de las mudanzas de la protagonista que conocemos qué ha sido de ella: cómo es su nueva vivienda, qué pertenencias conserva, quién la acompaña,... Cada año es una nueva casa, un nuevo puzle en el que abrir cajas y ordenar los distintos utensilios. Le han llovido elogios, y no en vano. Me gustó muchísimo.
Los creadores de Sifu deben ser unos enamorados del cine de artes marciales. Con la enorme cantidad de beat 'em up que existen, y ninguno había conseguido semejante inmersión. Gozamos en primera persona lo que disfrutamos en tercera comiendo palomitas con Redada asesina. Esta historia de venganza es más asequible desde que añadieron el modo Estudiante. De lo contrario, es bastante exigente para aquellos menos hábiles. Se trata de otra joya que me ha robado el corazón.
Fez me recordó instantáneamente a Captain Toad: Treasure Tracker, pues ambos son puzles espaciales basados en mover la cámara. El protagonista es un ser bidimensional que recibe el poder de acceder a la tercera dimensión. Rotando la vista horizontalmente como un expositor de revistas, descubriremos pasajes, llaves y recompensas. El pixel art es precioso, y el diseño es tan simpático como original. Si debo poner un pero, es lo laberíntico que resulta. Me pierdo una y otra vez.
Empecé por la demo de Figment 2 y terminé comprando el primero de rebajas. Mezcla de rompecabezas y espadazos, este videojuego sitúa su trama en el subconsciente de una persona en coma. La misión de Dusty es recuperar los recuerdos del paciente con el fin de que despierte. Pese a la gravedad de su planteamiento, el humor empapa cada diálogo. Repleto de diseños locos inspirados en los grabados de Escher y en las pinturas surrealistas de Dalí o Magritte, se disfruta desde el primer minuto.
Otro juego que me sedujo por su apartado artístico fue Röki, una aventura gráfica basada en la mitología escandinava. Una noche, una misteriosa criatura ataca la casa de Tove y Lars. En la huida, el hermano pequeño se pierde, y Tove tendrá que adentrarse en el bosque para encontrarlo. Con un tono bastante melancólico, y con el espíritu terrorífico de los cuentos de hadas clásicos, es una magnífica puerta de entrada al rico folclore de nuestros vecinos nórdicos..
Omno fue una decepción. Me lo compré porque su tráiler me entró por la vista, pero carece de la esencia de los anteriores. Se siente genérico, sin nada que lo diferencie. Sus animaciones son a veces toscas, y sus rompecabezas resultan aburridos. La primera hora me provocó la misma mala sensación que tuve jugando a AER - Memories of Old. Desde entonces, no he vuelto a él.
DotEmu ha sido la encargada de portear Zombies Ate My Neighbors y su secuela, Ghoul Patrol, a las nuevas plataformas. Con el único añadido de la posibilidad de guardar la partida en cualquier punto, el juego nos pone en pie de guerra contra una horda de monstruos de lo más variopinto. Los niveles están llenos de animadoras, pistolas de agua, camas elásticas y pociones que te convierten en una bestia gigante morada. Es disparatado y frenético... y se me da fatal. Dudo mucho que me lo pase.
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