En algún lugar leí que Tokyo Girls era una especie de Sexo en Nueva York a la japonesa. Riko, de 33 años, se propone un objetivo a cumplir antes de los Juegos Olímpicos de Tokyo: encontrar marido. Por sorprendente que parezca, la autora decidió dibujar este "manga cruel" para aprovechar "lo que [le] habían contado varias treintañera y cuarentonas de [su] entorno".
Cuando terminé el primer volumen, no sentí el parecido con la famosa serie de los 90 ni por el humor, ni por las situaciones. De hecho, la crueldad del coprotagonista masculino me parece exagerada e hiriente, lejos del coqueteo y la provocación romántica. De hecho, sus diálogos con ella me incomodaban tanto que ni disfruté de la historia, ni pienso continuarla.
Kowloon Generic Romance es un manga-coctelera en el que se mezclan el género romántico, la ciencia ficción y el drama. Kujirai y Kudô trabajan en la immobiliaria Wang. Mientras que a Kujirai disfruta las novedades en su vida, él anhela que nada cambie. De su pasado, apenas presenciamos unas pinceladas. Un aura de misterio y nostalgia rodea todo el primer tomo, que se cierra con un giro inesperado.
Refuerza este halo de suspense la ciudad, un personaje más dentro de la trama. Digna de cualquier distopía, para mi sorpresa, existió. Kowloon fue una ciudad hormiguero de Hong Kong, donde vivían hacinadas 50 mil personas. Pese a lo llamativo de la urbe, la trama me dejó tan confundido que, a día de hoy, sigo dudando en si continuarla o no.
Cualquier enamorado de los dinosaurios se deleitará con esta serie de Itaru Kinoshita. En un mundo en el que se ha conseguido traer de vuelta a los dinosaurios, existen zoológicos dedicados a ellos. Esta serie sigue el día a día de una cuidadora novata en un zoológico dedicado a ellos. No sólo el dibujo de los saurios es excelente, sino que es completamente fiel a los últimos descubrimientos científicos.
El guion es supervisado por Shin-ichi Fujiwara, experto en morfología funcional y paleontología de los vertebrados. Cada capítulo adjunta un epílogo suyo que detalla cada una de las escenas que aparecen: por qué cierto dinosaurio aparece con plumas, o por qué aparece sentado de tal manera. La precisión y actualidad de los datos es admirable y precisa. Este manga es puro docere delectando.
El arte de Yukinobu Tatsu hará que tu mandíbula se descuelgue. Al igual que Boichi (Wallman, Origin, Dr. Stone) aúna un talento envidiable, una gran vis cómica y una aptitud nula para el guion. El fondo de la historia no tiene ningún sentido. Es un pastiche sin pies ni cabeza donde se mezclan extraterrestres, espíritus de la mitología japonesa y robots gigantes.
Dandadan, como su mismo título indica, es puro espectáculo sin sentido. Ilustraciones molonas, humor absurdo y batallas espectaculares protagonizadas por adolescentes. Un punto a su favor en Manga Plus, la web de Shueisha donde se publica online, es su traducción, tan loca como el manga. La traducción de Norma Editorial es más comedida y, por tanto, menos graciosa.
No hay comentarios
Publicar un comentario