No consigo recordar cómo conocí esta novela, pese a que su lectura y descubrimiento es de este mismo diciembre. Tal vez fue a través de una noticia acerca de licencias de copyright, o de un vídeo de Youtube, o de una entrevista a su autor (a la que acaso llegué a esta a través de la noticia o el vídeo). Al final acabé en Amazon, y al final descubrí que está en Kindle Unlimited en inglés.
Radicalized son cuatro cuentos largos de ciencia ficción con premisas muy actuales. El primero, el que me motivó a leer el libro, habla de un futuro no muy lejano donde las clases más pobres viviendo de alquiler en pisos subsidiados en los que todos los electrodomésticos están programados para sólo aceptar productos de una marca en exclusiva.
Hoy en día conocemos las política de Apple, o lo problemas que ponían las compañías de impresoras para obligarte a comprar sus cartuchos. Esto es llevado un paso más allá: la tostadora que sólo tuesta pan de su propia marca, el lavavajillas que sólo friega los platos de su misma compañía. ¿Y qué sucede cuando dichas empresas caen en bancarrota, y dejan de llegar suministros a los supermercados?
Si el resto de rebanadas no están permitidas, te quedas sin comer tostadas. ¿Y si sucede lo mismo con el microondas y el horno? ¿Y si la situación se alarga meses porque la compra de la empresa fallida tiene que ser revisada por los mercados? Esto es lo que llevará a los vecinos del edificio a hackear sus electrodomésticos, a riesgo de ser desahuciados.
El segundo trata de qué sucedería si Supermán, aquí con otro nombre por tema de licencia, fuera testigo de un acto de abuso policial contra un ciudadano afroamericano. ¿Le sería sencillo que se hiciera justicia? ¿O el sistema le depararía una aciaga sorpresa? Otro tema bien reciente como el Black Lives Matter queda servido en bandeja.
El tercero da título al volumen y trata de seguros médicos privados y terrorismo. ¿Puede llevar el uno al otro? Breaking Bad nos demostró que sí, y Radicalized lo corrobora. El cuarto y último es la historia de un joven y opulento broker que decide crear un búnker con los beneficios fruto de sus operaciones especulativas. Se cree por encima del resto, ¿pero le servirían de algo sus aptitudes en pleno apocalipsis?
La evolución de los personajes hacia la radicalización, en diferentes niveles cada uno, es completamente verosímil. Si bien el estilo de Doctorow es poco vistoso, me ha fascinado su capacidad para sintetizar los problemas del presente e incorporar las nuevas realidades en una narración cohesionada y absorbente. ¿Cómo es capaz de no sentirse desbordado, ahogado en tantos datos e información?
La ironía y el ridículo se mezcla con el horror que ya tenemos tocando en la puerta de casa. Hay un resquicio de esperanza en sus páginas, pero es tan delgado como cabría esperar. Me ha deprimido tanto como me ha sorprendido. Me parece un buen broche para cerrar el 2022. Además de la versión inglesa en Kindle Unlimited, existe la española publicada por Capitán Swing.
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